Ruiz-Giménez propone un 'trato especial' para los musulmanes

El Defensor del Pueblo, Joaquín Ruiz-Giménez, entregó ayer a los ministerios de Justicia e Interior las conclusiones de su estudio sobre la aplicación de la ley de Extranjería en Ceuta y Melilla. El informe, elaborado tras el viaje de dos asesores de dicha institución a esas ciudades, sugiere la agilización de los más de 1.000 expedientes de musulmanes que solicitan la nacionalidad española y un tratamiento especial para los musulmanes residentes en Ceuta y Melilla.El subsecretario del Ministerio del Interior, Rafael Vera, viajará a próximamente Ceuta y Melilla con el fin de estudiar sobre el terreno la situación de esta comunidad para tomar las decisiones oportunas. Fuentes del Ministerio Interior consideran que este desplazamiento pone de manifiesto la importancia que otorga el Gobierno a la resolución del problema.

Un portavoz del Defensor del Pueblo precisó: "Una de las principales preocupaciones del colectivo musulmán que solicitó nuestra intervención era el temor de que al canjear la antigua tarjeta de estadística por una de extranjero llegaran a perder los derechos adquiridos por antigüedad para obtener la nacionalidad española".

La propuesta de este organismo es que se les conceda a los musulmanes residentes en Ceuta y Melífia una tarjeta distinta en la que no conste la palabra "extranjero" y con la que se pueda circular libremente por España. Las principales conclusiones de la visita de los dos asesores del Defensor del Pueblo a las dos ciudades españolas del norte de África han sido la indocumentación y la marginación económica, "provocada por el hecho de que desde hace 50 años ningún Gobierno ha tratado seriamente de regularizar la situación".

Marginación

Uno de los asesores afirmó que "la marginación a la que están sometidos los musulmanes se debe más a su pobreza que por xenofobia".

Asimismo se pretende diferenciar los problemas de las dos ciudades ya que, según las mismas fuentes, "Ceuta está volcada hacia España, mientras Melilla lo está hacia Marruecos". También se ha propuesto la elaboración de un centro para regularizar la situación de 27.000 musulmanes que residen en Melilla -una tercera parte del total-, de los cuales sólo 7.000 poseen la nacionalidad española. Eso significa que 20.000 de ellos son apátridas y carecen de documentación.

Si no se trata específicarnente el problema de los musulmanes residentes en estas dos provincias, puede estallar este conflicto creado de forma artificial, por la desorganización provocada por las dos partes en conflicto; de todas formas, el Gobierno está abierto a cualquier sugerencia para solucionar este problema", declaró un portavoz del Defensor del Pueblo.

Las fuentes citadas apuntaron que la clave para la efectividad de la ley de Extranjería está en el control de las fronteras. También añadieron quelas expulsiones de extranjeros -costeadas en su mayor parte por el Estado- van a suponer un alto coste y que esta medida resultaria inútil si antes no se pone en marcha un estricto control de las fronteras.