EL SÍNODO, EN LA RECTA FINAL
Persiste la extrema gravedad del padre Arrupe
La situación del sacerdote español Pedro Arrupe, de 78 años, ex prepósito general de los jesuítas, sigue siendo crítica, aunque posee aún a ratos algunos momentos de semilucidez, durante los cuales parece reconocer a alguna de las personas afectivamente más cercanas a él.Los médicos, sin embargo, no abrigan ya esperanzas, y nadie piensa a su alrededor someter al padre Arrupe a intervenciones quirúrgicas, que, afirman, servirían sólo para martirizar inútilmente su cuerpo.
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