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COMUNIDAD VALENCIANA

Presunto suicidio del psicólogo del hospital Penitenciario de Alicante

El psicólogo del hospital psiquiátrico penitenciario de Alicante, Agustín Garrigós Gallego, cuyo cuerpo fue encontrado el domingo en las proximidades del edificio Mar Azul, de la playa de la Albufereta, se suicidó por alguna razón que se desconoce, según los indicios que poseía ayer la comisaría de la capital alicantina. El cuerpo de Garrigós fue encontrado en avanzado estado de descomposición, circunstancia que dificulta el esclarecimiento de la causa de la muerte.

Agustín Garrigós Gallego, que contaba 32 años de edad, desapareció de su domicilio en Alicante el pasado 19 de noviembre.Unos días antes había causado baja en el hospital psiquiátrico penitenciario de Fontcalent, donde prestaba sus servicios, por causa de una profunda depresión, según manifestó el propio director del centro penitenciario, Ricardo Soto. Según la familia, Garrigó ya había protagonizado un intento de suicidio hace dos meses.

Este dato refuerza la hipótesis policial del suicidio. Fuentes de la comisaría alicantina declararon haber encontrado diversos escritos en los que Agustín Garrigós manifestaba su intención de quitarse la vida. Las mismas fuentes aseguran desconocer, sin embargo, si el presunto suicida tenía familiares en Valencia o en Játiva, ciudad de la que, al parecer, procedía.

Aunque varios colegas del centro hospitalario sostienen que Garrigós vivía solo en Alicante, medios policiales aseguran que compartía su piso con otro compañero, del que hasta ayer no se había facilitado ningún dato.

En cualquier caso, Garrigós mantenía buena relación con los internos del hospital. Tanto en la dirección del centro como entre personas próximas al fallecido se asegura que Agustín estaba sujeto a menudo a los efectos de profundas y frecuentes depresiones.

El propio Ricardo Soto corroboraba esta versión, al tiempo que señalaba que "en las últimas semanas Agustín se había rapado totalmente la cabeza, aunque alegó que era debido a una enfermedad que provocaba la caída de su cabello".

Agustín Garrigós fue encontrado el domingo en las cercanías de la playa de la Albufereta. Su cuerpo se encontraba muy descompuesto, "prácticamente se trataba de un esqueleto", según ha señalado la policía, que atribuye este factor a la acción no sólo de la intemperie, sino de las alimañas o animales carroñeros que rondan la zona, desprovista de turistas en esta época del año.

Las causas de la muerte

Este hecho dificultará considerablemente, no sólo la autopsia del cadáver, sino también la estimación exacta de la hora del fallecimiento y las causas de la muerte.Si bien tanto en medios policiales como entre los propios colegas del centro donde trabajaba se desconoce por el momento si Agustín Garrigós tenía familia, el presunto suicida viajaba con bastante frecuencia a Valencia, según aseguran algunos de sus compañeros del equipo sanitario del centro de Fontcalent.

Garrigós ejercía como psicólogo en el hospital psiquiátrico penitenciario de Alicante, centro en el que reciben asistencia los internos adscritos a la conflictiva prisión alicantina de Fontcalent.

Precisamente este centro penitenciario concentró la atención informativa el 21 de noviembre pasado, cuando ocho reclusos en régimen de prisión preventiva retuvieron durante 14 horas a dos funcionarios y a otros 14 internos en el módulo 1 de la prisión, destinado a jóvenes.

Este motín, el último registrado hasta la fecha, se inició al enzarzarse dos de los internos en una pelea que tuvo como escenario el comedor del centro penitenciario. Cuando los funcionarios intentaron reducir a los contrincantes, otros cinco reclusos capturaron a dos de ellos, que posteriormente fueron conducidos a la galería tercera junto con otros 14 rehenes, reclusos del centro.

La prisión de Fontcalent fue rodeada inmediatamente por fuerzas de la Guardia Civil y Policía Nacional, mientras el gobernador civil de Alicante, Octavio Cabezas, iniciaba la negociación con los secuestradores.

Los reclusos amotinados habían exigido al director del centro, Ricardo Soto -que igualmente se encuentra al frente del hospital donde prestaba sus servicios psicológicos Agustín Garrigós-, drogas tales como dexedrinas y roynoles, además de cerveza, único producto éste que accedió a suministrar el director de la prisión, aunque en cantidad más moderada que la exigida por los amotinados.

A primera hora de la mañana del siguiente día, pidieron garantías -que obtuvieron del director de la prisión y del gobernador civil de Alicante- de que no serían objeto de ninguna clase de represalias.

A las 9.30 horas, los ocho reclusos amotinados liberaron a todos sus rehenes.

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