Optimismo entre los partidos mayoritarios vascos ante la renuncia de presos de ETAm a la lucha armada

La renuncia a la lucha armada por parte de un grupo de presos de ETA Militar -que cumple condena en la prisión alavesa de Nanclares de la Oca- ha sido acogida con optimismo por el conjunto de fuerzas parlamentarias del País Vasco, a excepción de Herri Batasuna, cuyos representantes no estuvieron localizables durante el día de ayer. Nacionalistas, socialistas, Euskadiko Ezkerra y Coalición Popular coinciden en que cualquier noticia relacionada con actitudes que puedan facilitar la reinserción social de los ex activistas debe ser interpretada como un paso adelante en el debilitamiento de ETA.

Ramón Jáuregui, delegado del Gobierno en el País Vasco, señaló que la noticia publicada ayer en EL PAIS refleja "una actitud valiente de quienes se rebelan contra la manipulación de que' son objeto los presos por parte de organizaciones que dicen defenderles".En parecidos términos se expresaba el representante de los socialistas vascos, Juan Manuel Eguiagaray, que opina que el comunicado de estos presos "viene a confirmar la impresión que muchos tenemos de la división existente entre la misma gente de ETA".

Para el portavoz socialista, se trata de una buena noticia que "debería concretarse más, al cabo del tiempo, a fin de poder decir públicamente quiénes están dispuestos a acogerse a las medidas de reinserción, para sopesar la importancia, incluso numérica, del sector de ex activistas que está decidiendo asumir sus ideas y defenderlas por la vía democrática".

"Bueno y positivo"

Por su parte, el abogado y senador nacionalista Joseba Azkárraga considera "bueno y positivo que haya presos que se apunten al proceso de reinserción social e incluso que se produzcan peticiones públicas de invitación al colectivo".El portavoz del PNV señala, no obstante, que no dispone de suficientes datos para poder afirmar que se trata de un colectivo "numéricamente serio", a la vez que matiza que el preso Juan Teodoro Armendia solicitó su mediación, el pasado mes de marzo, en cuanto llegó a la prisión de Nanclares de la Oca, procedente de Herrera de la Mancha.

Según explica Azkárraga, él no creyó conveniente incluir a este preso en las listas generales de los ex activistas de ETA porque no le pareció "un caso serio, típico", por tratarse de un colaborador puntual que nada tenía que ver con una organización armada.

El senador Joseba Azkárraga subraya que existen pequeños colectivos de presos de ETA en otros centros penitenciarios, como Alcalá de Henares y Herrera de la Mancha, que han manifestado su interés ante el proceso de reinserción, pero que "aún hoy es el día que no se han acogido a las vías que estamos propugnando".

Mientras Euskadiko Ezkerra, a través de su dirigente Mario Onaindía, se limitaba a comentar que le parece "muy positivo" que los presos de ETA vayan tomando iniciativas en la vía que su partido propugnó hace ya tres años, Herri Batasuna no facilitaba ninguna opinión oficial. Los representantes de la mencionada coalición abertzale, que no participa en las instituciones parlamentarias, no pudieron ser localizados por este periódico pese a las gestiones realizadas.

Actitud de apoyo

Por último, el dirigente del Partido Demócrata Popular Julen Guimón dijo a este diario que su partido, así como Coalición Popular, se han mostrado "en una actitud de apoyo a las medidas de reinserción social que se hagan conforme a la ley, individualmente y con la cautela necesaria".Precisó luego el dirigente del PDP que el anuncio del abandono de las vías violentas por parte de un grupo de presos de Nanclares de la Oca, "por muy pocos que sean, abona la idea del progresivo deterioro de la organización interna de ETA Militar. Y eso es bueno".