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EL REGRESO DEL FUNDADOR DEL 'HOLDING' DE LA ABEJA

Uno de los abogados del 'caso Banca Catalana' y del 'caso Buxeres', nuevo penalista de José María Ruiz-Mateos

El abogado catalán Juan Córdoba Roda, defensor de alguno de los acusados del caso Banco Catalana y del caso Buxeres, pasará a integrarse en el equipo de penalistas que se encargará de la defensa penal de José María Ruiz-Mateos, a falta del visto bueno definitivo del empresario. Por el contrario, se desconoce si permanecerán en esta defensa los abogados Adolfo de Miguel y Antonio y Julio Antonio Ferrer, que fueron a recibir al financiero a Barajas el pasado sábado. Ruiz-Mateos volverá a declarar hoy ante el juez de Delitos Monetarios, Luis Lerga.

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Juan Córdoba estuvo ayer por la tarde reunido en las habitaciones del hotel Miguel Ángel de Madrid ocupadas por el abogado norteamericano Arthur Teele, con el propio Teele, el abogado Ramón Pelayo, que se encargará de las cuestiones civiles y administrati vas, un hijo del empresario, Zoilo y dos de los más antiguosfleles del presidente del holding, Alfonso La cave y Demetrio Castrillo. A la reunión no asistió ninguno de los penalistas que ayer fueron citados para hacerse cargo del caso desde el punto de vista penal: Adolfo de Miguel, uno de los defensores de algunos de los golpistas del 23-F (Camilo Menéndez, Pardo Zanca da y Juan García Carrés), y Antonio Ferrer Sama (defensor en el caso Jarabo) y su hijo, Julio Antonio Ferrer Zabala.Mucha experiencia

Juan Córdoba, que está dispuesto a asumir el encargo, es catedrático de Derecho Penal de la Universidad de Barcelona, habiendo obtenido con anterioridad la cátedra de Derecho Penal de la Universidad de Oviedo. Con 22 años de experiencia docente, es asimismo miembro de la junta del Colegio de Abogados de Barcelona. Córdoba ha colaborado profesionalmente con Octavio Pérez Vitoria, don Octavio, relación que aún mantiene.

Juan Córdoba es defensor de Juan Sampere en el caso del despacho Buxeres, mientras que Pérez Vitoria defiende a Alejo Buxeres. Córdoba lleva también la defensa de algunos de los implicados en la querella del caso Banca Catalana y en el noviembre del 1984 aceptó la defensa del conductor de autobús Benigno Corzo en el atro pello que costó la vida a cuatro personas. Córdoba se ha mostrado crítico en las recientes reformas del código penal y especialmente a la Veforma de la ley de Enjuiciamiento Criminal relativa a la prisión preventiva. Su crítica, expre sada en diversos actos públicos, se fundamenta especialmente en la falta de medios y de dotación de personal que ha comportado la salida a la calle de muchos delin cuentes.

El ambiente en la tarde de ayer en el hotel que sirve de cuartel general al equipo legal de Ruiz-Mateos era de trabajo. A través de algunas declaraciones de los interesados se dejaba traslucir un cierto deseo de recomponer el equipo de penalistas. La presencia de un significado defensor de los golpistas del 23-F, habitual columnista de El Alcázar, ha resultado demasiado fuerte en el cóctel, y existía cierta urgencia por incorporar a alguien menos significado desde el punto de vista ideológico. Por otra parte, la presencia de Mariano Sánchez Covisa, antiguo dirigente de los Guerrilleros de Cristo Rey y de otros elementos ultraderechistas en la manifestación que pidió la libertad de Ruiz-Mateos, frente a la Audiencia Nacional la madrugada del domingo, ha politizaclo la situación. Esta politización ha preocupado tanto al abogado Ramón Pelayo como a la propia Administración, que temen que un juicio profesional se transforme en un juicio político.

La incorporación de Adolfo de Miguel se reconocía ayer como una "decisión precipitada" en fuentes próximas al empresario, aunque inevitable dada la urgencia de la situación creada por su repentina extradición. Ramón Pelayo, ante la eventualidad de que Ruiz-Mateos tuviera que efectuar el mismo sábado por la noche una larga declaración Procesal ante el juez Lerga, previó la necesidad de contar con un experto especializado en temas penales. No parece que hubiera demasiadas puertas donde acudir en demanda de ayuda. Más aún, Adolfo de Miguel y los Ferrer "se ofrecieron a ayudar, y De Miguel -que visitó a Ruiz-Mateos en Alcala-Meco- hizo anteayer una gran tarea".

Seguir o no seguir

No obstante, ello no quiere decir que los tres penalistas citados no vayan a seguir adelante con el caso. Ayer cabía cualquier posibilidad. Los abogados del empresario proyectan pedir hoy al juez de delitos monetarios la libertad provisional de su defendido. Para Ramón Pelayo, Ruiz-Mateos cuenta con "todas las posibilidades" de conseguir la libertad provisional, aún admitiendo que el asunto no estará claro hasta que el juez Lerga no reciba desde la República Federal de Alemania la documentación de la extradición.

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