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Historiadores e intelectuales estacan la condición liberal de Ramón Carande

Andrés Fernández Rubio

El historiador Ramón Carande, premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales, fue objeto el jueves de un homenaje organizado en el Centro Ortega y Gasset, de Madrid. Carande participó en la Agrupación al Servicio de la República, grupo de Ortega, y colaboró con asiduidad en la Revista de Occidente. El historiador, a sus 98 años cumplidos el pasado mayo, estuvo rodeado en el acto de amigos e intelectuales que coincidieron al destacar su condición de liberal en el sentido más estricto de término, la trayectoria de una larga vida adherida a los valores morales y sus méritos de intelectual arraigado, independiente y dinámico.

., Carande atendió con una vitalidad insospechada a cuantos acudieron a saludarle. Explicó así el secreto de su longevidad: "Yo no me he aburrido nunca. Me lo recomendó mi abuela, que era una sabia. Era el único consejo que nos daba: 'No os aburráis nunca". Carande se considera un hombre privilegiado porque tiene muy pocas necesidades y puede permitirse el lujo de caer en "el peor de los vicios, que es hacer lo que me gusta". Esconde una gran humanidad detrás del traje bien planchado, la melena blanca y un bigote que es una línea sobre el labio. "La verdad es que los trajes me duran mucho", afirma, "es un milagro, pero es así. Éste tendrá unos 20 años". Acaricia la tela y rectifica: "Cuando digo 20 me quedo corto. Este traje, cuando me lo compré, no pensaba Franco en morirse ni remotamente".El autor de Carlos V y sus banqueros y Galería de raros había sido incluido esa misma tarde, por un profesor mucho más joven, Gabriel Tortella, en el grupo de estudiosos que, junto al desaparecido Fernand Braudel, Vicens Vives y Hamilton, componen el cuarteto del que nace la historia económica de España. A José Antonio Maravall, cuando lo conoció en el ámbito de la Agrupación al Servicio de la República, le cautivó "su humanidad e inteligencia"; José Luis Aranguren piensa que Carande es una "institución"; Miguel Ortega asegura que se trata de "uno de los pocos caballeros que quedan de la tabla redonda"; Justino de Azcárate destaca su dedicación universitaria; para Juan Marichal es "el paradigma del historiador que no busca la publicidad y el aparato para difundir el gran trabajo que ha hecho con la fortuna de su larga vida", y Soledad Ortega lo ve como "la representación de un modo de ser liberal".

Carande busca una frase para definir el orgullo inmenso que siente ante el homenaje. "Me con vierto en globo", dice. Más que or gulloso se sintió conmovido cuan do le concedieron el Premio Príncipe de Asturias, porque "resulta muy halagüeño que todo un jurado coincida en una sola persona". Su talante liberal tiene raíces morales: "El sentido recto de la libertad lleva necesariamente consigo el sentido sin ésta no hay libertad lícita".

"Los descontentos como yo"

El historiador no evita referirse a los problemas de la actualidad, pero lo hace poniendo delante la entrañable barrera de su edad. Así, comienza algunas frases previniendo sobre lo que mucha gente considerará "rarezas", recalca que su opinión es la de un "vejestorio" y agrega: "Las gentes de mi edad desentonamos". En un alarde de vitalidad que echa por la borda todo lo anterior empieza: "Los descontentos como yo...".Carande ve el momento político actual lleno de esperanzas, y confía en que los españoles lleguen entenderse para hacer una empresa común. "Ahora", señala, "con la conmemoración del V centenario del descubrimiento de América y la entrada en la CEE debemos procurar restaurar una España grande". Una de sus preocupaciones es el nivel cultural de nuestra sociedad y el proyecto de enseñanza desde la niñez. Cuando ve a un niño muy pequeño que él conoce cargado de libros, que además son muy caros, le parece que en ese hecho hay algo erróneo. "Hay que educar a los educadores", afirma. "A mí lo que me interesan son los métodos y ya desde la escuela primaria debe intentarse que los niños averigüen las cosas e iniciarlos en la curiosidad que luego les pueda llevar al desarrollo de una labor investigadora". Para Carande hay demasiadas noticias periodísticas referidas a sujetos privados, "que hacen perder relevancia a otras como que más de 40.000 niños son maltratados en España".

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