León reluciente.
Los dos leones que fianquean la entrada principal del Palacio de las Cortes, en la carrera de San Jerónímo, que permanecían desde el 31 de octubre fuera de sus pedestales por culpa de la sucíedad acumulada durante 100 años, volvieron el pasado lunes a su puesto relucientes y limpios. Conocidas popularmente en Madrid como Daoiz y Velarde, las figuras fueron trasladadas a un patio interior de la Cámara legislativa durante el tiempo que ha durado su limpieza. Obra del escultor aragonés Ponciano Ponzano y Gascón, los dos leones fueron fundidos en la Maestranza de Sevilla con el bronce de los cañones capturados al enemigo en 1860 en la guerra de África.
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