Conmoción en, círculos vinculados a Herri Batasuna por el asesinato de José Manuel Ibarzábal

Los familiares y amigos de las tres últimas víctimas del terrorismo -el joven donostiarra, simpatizante de Herri Batasuna, que cumplía el servicio militar en la Armada, José Manuel Ibarzábal; el cabo primero de este mismo Ejército Rafael Melchor García y el guardia civil Isidro Díez Retón- lloraron y homenajearon ayer a sus muertos en un funeral conjunto celebrado a la una de la tarde en San Sebastián. El acto congregó en la basílica de Santa María a numerosos vecinos de la parte vieja de San Sebastián, donde reside la familia de José Manuel Ibarzábal. El brutal asesinato de este joven de 20 años, remero de la trainera Donostia y colaborador en las actividades de la parroquia de Santa María, ha causado una verdadera conmoción en su barrio y en sus círculos de amistades, muchos de ellos vinculados políticamente a la coalición Herri Batasuna.

Asistió al acto el ministro de Defensa Narcís Serra, quien aseguró que "el Gobierno está convencido de que la sociedad acabará con la gangrena del terrorismo".A la ceremonia, concelebrada por ocho sacerdotes, asistieron igualmente el delegado del Gobierno central en el País Vasco, Ramón Jáuregui; el consejero de Interior del Ejecutivo autónomo, Luis María Retolaza; el director de la Guardia Civil, general Sáenz de Santamaría; el subsecretario del Ministerio del Interior, Rafael Vera; altos mandos militares y policiales, y representantes de distintos partidos políticos. Grupos de jóvenes, algunos vestidos al estilo punk, destacaban entre el público que llenaba el templo.

Los tres féretros, cubiertos con banderas españolas, sobre las que descansaban los gorros de los marinos y el tricornio, fueron introducidos a hombros de soldados de la Marina vestidos de paisano y de guardias civiles y escoltados por coronas de flores. Unidades de Infantería del regimiento de Loyola, de la Marina y de la Guardia Civil rindieron homenaje a las víctimas ante los sones de la música fúnebre.

El párroco de la basílica de Santa María finalizó su homilía, dedicada especialmente a José Manuel Ibarzábal, exclamando: "Perdónales porque no saben lo que hacen". A la salida del templo, familiares y amigos de cada una de las víctimas aplaudieron por separado a sus muertos entre escenas de llanto y desconsuelo. El ministro de Defensa abrazó a todos los familiares directos y a continuación dijo ante los informadores que las recientes especulaciones sobre una pretendida tregua de ETA Militar responden a valoraciones interesadas.

Las manifestaciones del ministro parecieron una alusión directa a la información publicada ayer por Deia, periódico nacionalista, que ha insistido en las últimas semanas en la existencia de una supuesta tregua de ETA Militar que obedecería a una hipotética negociación entre esta organización terrorista y el Gobierno del Estado. Deia aventuraba ayer que ETA Militar acordó el pasado jueves, en Burdeos, romper "la tregua técnica" y dar por finalizados los "contactos" que, según este diario, se han venido manteniendo.

La policía especula con la posibilidad de que el atentado perpetrado a las once de la noche del lunes en Pasajes contra el guardia civil Isidro Díez haya sido realizado por el mismo comando que 16 horas antes ametralló al microbús de la Marina en el barrio donostiarra de Bidebieta. El guardia civil asesinado, casado y con cuatro hijos, pertenecía al servicio fiscal.