Mermelada y el retorno
Los cinco grupos que actuaron en la fiesta de presentación de la revista Ruta 66 unieron sus gritos, desvaríos e instrumentos para reivindicar el regreso del rock and roll vivo en un pequeño local que se llenó de público.El pop y el rock no acaban de adecuarse a la cultura y sociedad españolas, pero la onda más actual de rock reciclado que se manifiesta y crece ahora en Estados Unidos encuentra, curiosamente, su aceptación y continuidad instantáneas en Madrid. Bandas antiguas, como Mermelada, o recientes, como La Frontera o Desperados, acogen un rock and roll de garaje, que florece tímidamente en una extraña etapa en la que, por falta de recintos grandes, abundan los locales muy reducidos.
Presentación de Ruta 66
Presentación de la revista musicalRuta 66: La Frontera, The Nativos, Desperados, Mermelada y Los Elegantes (165 minutos). Yastá, Madrid, 21 de noviembre de 1985
Todos estos músicos parecen dispuestos a recoger el primitivismo del rock, conocedores además de que la industria discográfica agoniza, de que esto no funciona. Se necesitan, se unen y se emborrachan, y la música resultante, fuerte e incluso brava, levanta a sus seguidores, que parecen ser siempre los mismos en los diferentes locales.
Tocar por instinto
La Frontera, que sustituyó en cartel a Los Enemigos, fue el primer grupo en apreciar que no se les o y que lo mejor era tocar y cantar por instinto, monitores aparte. El lugar, poco apropiado par el sonido refinado, resulta idóneo para veladas de rock salvaje. Diez minutos de pasión y Judas, el miserable fueron dos temas inéditos de los cuatro que ofrecieron los de La Frontera.Siguió The Nativos, compuesto por miembros de diferentes puntos de la Península, que mostró con energía y maneras stonianas por qué elige el artículo anglosajón: todo su repertorio es en inglés. Jimmy, acompañado de seis músicos, con la segunda armónica de la rioche, cantó rhythm and blues y acabó con el último de los ocho temas con el vocalista de Desperados, Fernando Martín, para interpretar Everybody needs somebody.
Amor amargo, la pieza del Dúo Dinámico, en versión instrumental, inició la carta a ritmo vaquero de Desperados. Dos guitarristas con brío, muy compenetrados, apoyan la voz de Martín, que entona al modo de Lou Reed. Una versión muy dura de Waiting for a friend, seguida de Esto no es América, el cuarto tema, logró el coro de los felices asistentes. El saxofonisla y armónica Javier Moro continuó en el escenario con Mermela¡la. Javier Teixidor pareció encontrarse en su salsa, en su rock and roll. Mermelada sonó mejor que ninguno, porque la experiencia no es obstáculo.
Los Elegantes, con el bajista de Mermelada, terminaron la fiesta, acompañados al final por los otros rockeros. Habían tocado Luisa se va, de Richard Berry (no de Chuck), y otros temas de su nuevo disco. Todo el mundo necesita a quien amar y Route 66 remataron el júbilo de la noche.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.