El déficit previsto del Vaticano para el año 1985 es de 9.000 millones de pesetas

El estado financiero de la Santa Sede es grave. El déficit previsto para este año es de 87.336 millones de liras (unos 9.000 millones de pesetas). Pero lo que más preocupa en el Vaticano es que dicho déficit ha crecido desde el año anterior, que fue de 24.040 millones de liras (unos 2.400 millones de pesetas). Estas cifras fueron comunicadas ayer oficialmente a los 120 cardenales reunidos en Roma para estudiar la reforma de la curia y el estado económico de la Santa Sede.Los cardenales han hecho, pues, una llamada a las diversas conferencias episcopales para que inciten a los católicos a ayudar más a la administración de las estructuras curiales del Papa. Tras haber estudiado la situación, los cardenales han llegado a la conclusión de que la Santa Sede no puede reducir más sus actuales actividades burocráticas ni puede seguir con la antigua política de salarios que habián llevado a los empleados del Estado más pequeño del mundo al borde de una huelga que hubiese sido escandalosa tratándose de un 15%, cuestión que aún no satisface a los trabajadores vaticanos.

El balance de las finanzas vaticanas es muy parco de noticias. Se limita a dar dos o tres cifras. Se explica que el déficit será pagado en parte con el llamado óbolo de san Pedro, que son las ofrendas personales que cada año recibe el Papa. Esta año, por ejemplo, la cifra de dicho óbolo es de 25.996.506 dólares EE UU (unos 4.500 millones de pesetas). Como tampoco este dinero basta para cubrir el déficit previsto, el Vaticano tendrá que acudir, como afirma el comunicado oficial, a "los pocos bienes patrimoniales acumulados" por la Santa Sede.

Alarma

Pero los cardenales se han alarmado y preocupado ante la noticia de que el Vaticano se tenga que ver obligado a irse comiendo. sus reservas, y por eso han hecho la llamada a la generosidad de los fieles de todo el mundo. Nada se dice, sin embargo, del probl9ma del Instituto de las Obras de Religión (IOR) ni de cómo este instituto, del que no se acaba de saber si es o no una institución de la Santa Sede, pudo hacer frente el año pasado el pago de 240 millones de dólares como resarcimiento al ex banco Ambrosiano del suicidado Roberto Calvi.Por lo que se refiere a la reforma de la curia, Juan Pablo II, en su discurso dirigido ayer a los cardenales, dio a entender que se trata más bien y sólo de una revisión de la última reforma de su predecedor Pablo VI y no de una auténtica reforma. En todo caso, va a ser muy discutida.