El Supremo de Manila estudia la apertura de otro juicio contra los supuestos asesinos de Aquino
A petición de un grupo de personalidades filipinas, el Tribunal Supremo ha decidido aplazar el veredicto que debía pronunciar en Manila el jurado del Sandiganbayan, tribunal para delitos menores que durante siete meses juzgó a los 25 militares y un civil presuntamente implicados en el asesinato del senador Benigno Ninoy Aquino. Aquino, principal oponente del presidente Ferdinand Marcos, fue asesinado el 21 de agosto de 1983 cuando regresaba de varios años de exilio voluntario en Estados Unidos. El alto tribunal estudia la posibilidad de un nuevo juicio.
Por nueve votos a favor y dos en contra, el Supremo decidió estudiar la petición de 30 abogados y personalidades que piden la celebración de un nuevo juicio, ante el temor de que los militares juzgados fueran absueltos por los tres tribunales que forman el Sandiganbayan. El alto tribunal decidió estudiar las Posibles irregularidades cometidas en el proceso.Entre los militares juzgados destaca el comandante en jefe de las fuerzas armadas filipinas, general Fabián Ver. El general Ver manifestó que no consideraba necesario aplazar un veredicto basado en siete meses de deliberacíones, precedidas de una investigación de casi un año de duración, a cargo de la comisión Agrava.
Esta comisión, formada por personalidades independientes, intentó esclarecer si los militares actuaron en función de un compló, como sostuvo la acusación, o si, por el contrario, Aquino fue asesinado por las.balas disparadas por Rolando Galman, un presunto agente comunista, abatido segundos después del atentado por los militares que debían proteger la llegada del líder de la oposición filipina.
Rehabilitación
El presidente Marcos había prometido que si el general Ver hubiese resultado absuelto de todo cargo en el juicio del Sandiganbayan, lo repondría en su cargo de comandante en jefe de las fuerzas armadas filipínas.La Administración del presidente Ronald Reagan se opuso abiertamente a esta posibilidad, por temor a complicar el proceso de reestructuración del Ejército fifipino, actualmente bajo el mando del general Fidel Ramos, considerado como un militar de confianza para EE UU.
Marcos, que anunció recientemente la convocatoria de elecciones presidenciales anticipadas -probablemente para primeros del próximo mes de febrero- invitó el pasado martes al general Ver a una conferencia celebrada en el palacio de Malacagnang. En presencia de otros altos mandos militares, se habló de las reformas del Ejército filipino.
Marcos insistió en que Ver debería cooperar en el proceso de reestructuración del Ejército -enfrentado a una lucha diaria contra la guerrilla del Nuevo Ejército Popular, de inspiración comunista- aunque reconoció por vez primera que quizá no sería repuesto en su antiguo cargo.
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