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EE UU y los desertores soviéticos

Vitali Yurchenko miente. El agente del servicio de inteligencia so viético afirma que fue secuestrado en agosto en Roma por la CIA, llevado inconsciente a Estados Unidos, obligado a ingerir drogas durante sus declaraciones y luego, debido a una momentánea falta de atención de sus vigilantes, tuvo la suerte de llegar a la Embajada soviética en Washington.Estas afirmaciones no se basan en los hechos.

Los servicios de inteligencia americanos rara vez estimulan las deserciones y nunca jamás emplean la fuerza y las drogas. La CIA, más bien, intenta persuadir al potencial desertor de que permanezca en donde está.

Los desertores soviéticos revelan frecuentemente muchos detalles sobre los métodos del KGB y sus operaciones; los días de grandes ganancias sobre la información han pasado.

Durante una época, en Estados Unidos los desertores eran tratados con guante blanco. Las drogas, especialmente, eran anatema. El uso de drogas privaría a EE UU de toda razón de ser del espionaje, desalentaría a otros para trabajar por Estados Unidos y pondría en duda cualquier información sobre declaraciones de los desertores.

Para tener éxito, los informadores necesitan establecer una relación de confianza para sacar el máximo de detalles posible sobe el grupo del servicio de inteligencia con el que trabaja el desertor.

Todo esto no puede ser agradable para el desertor, que sabe que es objeto de desprecio, no sólo para el país traicionado, sino también en el nuevo.

El esfuerzo de escapar, la ruptura permanente con la familia y los lazos culturales y las horas interminables de los interrogatorios suenan a campanas de difuntos.

Nada de esto era evidente en el rostro de Yurchenko frente a las cámaras en su conferencia en la Embajada soviética. Estaba tranquilo. Su indignante retórica acerca de los secuestradores amerícanos estaba destinada, sospecho, a impresionar a Europa y al Tercer Mundo en viseras de la cumbre URSS-Estados Unidos, en la que deben discutirse las violaciones de derechos humanos.

En suma, creo que fue un agente infiltrado y que los que recibieron sus informaciones lo sospecharon.

( ... ) Lo que ocurrió es probable que sea así: Yurchenko, un oficial del KGB, creyó que había convencido a los servicios de inteligencia americanos en Roma de que deseaba desertar.

Representó el papel durante el tiempo reservando el juicio hasta que entrara en territorio de Estados Unidos. ( ... )

Allan E. Goodman, 8 de noviembre

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