Cuenca, 'ciudad global', recibe programas de 13 canales de la televisión mundial

Uno de los mitos más asentados, en opinión de los sociólogos de la comunicación, de la sociedad de nuestro tiempo, el de la televisión, es compartido por muchos ciudadanos de Cuenca, una ciudad de apenas 30.000 habitantes convertida en una ciudad global. La vida cotidiana de estos ciudadanos no sólo se ha visto alterada por la posibilidad de compartir o ver un programa de televisión de dos horas y media de duración, especial para la ciudad, sino que también pudieron tener acceso a 13 canales de televisión mundial -norteamericana, europea y soviética- vía satélite, algo que no está al alcance de ninguna capital europea.

La experiencia, que pretende anticipar lo que será la sociedad de los años 90 en España en relación con los nuevos medios de comunicación, durará tan sólo una semana. Está patrocinada por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) que, en colaboración con RTVE y otros organismos y empresas públicas y privadas, ha organizado el seminario Cuenca, ciudad global, que será clausurado el próximo día 9.Aunque todavía es pronto para determinar de forma científica el impacto que este bombardeo de mensajes ha producido en una ciudad en la que desde sus propios televisores se pueden ver programas culturales, musicales e informativos, tanto en inglés, italiano, alemán e incluso ruso -todo ello en directo y de forma gratuita-, las primeras reacciones parecen positivas. Hasta hoy no se conocerá el primer impacto dentro de los hogares, que será estudiado por un equipo de sociólogos, pero algunos centros de enseñanza ya han manifestado su deseo de participar en el programa especial que se emite desde aquí por el canal autonómico de Castilla-La Mancha.

Luis Mariñas, uno de los directores de este seminario, explicó en un reportaje-presentación que se trata de situar a Cuenca en el previsible futuro de los años 90.

Virgilio Zapatero, secretario de Estado para las Relaciones con las Cortes y diputado por Cuenca, situó el tema de las tecnologías de la comunicación en el terreno de la "soberanía nacional frente al poder de la televisión transnacional" y dijo que el Gobierno había superado la discusión televisión pública-televisión privada. "Deben coexistir tanto la televisión pública como las televisiones privadas".