Juicio contra el doctor Rosado por su fallido método de depilación definitiva
Cerca de 30 mujeres declararon ayer, ante la sala Primera de la Audiencia de Barcelona, que el método de depilación definitiva del doctor Manuel Rosado no resolvió sus problemas del vello superficial, en el transcurso del juicio por presunta estafa planteado por 72 perjudicadas, contra el médico citado y su socio, Luis Borras. Rosado aseguró en la vista oral que su sistema era eficaz y que no estafa a sus antiguas clientes.La defensa solicitó la libre absolución de los dos procesados por considerar que no existía el delito de estafa. La acusación particular, ejercida por el letrado Damián Tellez, pidió las penas de 12 y 6 años de prisión para Rosado y Borras, respectivamente. En sus conclusiones exigió el pago de 12 millones de pesetas en concepto de indemnización. El ministerio fiscal pidió seis años de prisión para los dos acusados y una indemnización de cerca de siete millones de pesetas.
Rosado y Borras crearon, en 1980, una sociedad denominada Definitive Depilation Therapy, S A. Manuel Rosado comercializó un método capaz de eliminar el vello superfluo definitivamente, según sus manifestaciones. A las mujeres que acudían a su clínica se les garantizaba los resultados con la promesa de la devolución del dinero desembolsado si los resultados no eran los esperados. Un grupo de 72 clientas, a la vista de que el vello no desaparecía, demandó el dinero entregado, pero estas cantidades nunca les fueron devueltas, por lo que decidieron interponer una querella. Las querellantes reclamaban un total de 6.260.000 pesetas.
Durante la vista oral, varías empleadas de la citada empresa explicaron que eran ellas las encargadas de precisar cuantas sesiones requería cada cliente. En varios casos se llegaron a fijar 200 sesiones, por las que tuvieron que pagar 200.000 pesetas. Todas las clientes que prestaron testimonio en la vista, incluidas algunas testigos de la defensa -lo que provocó risas en la sala-, afirmaron que el vello no desapareció, y que el dinero pagado no les fue desembolsado.
La defensa argumentó que la medicina no era una ciencia exacta y que por tanto no era de extrañar que el método del doctor Rosado fallara en ocasiones.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.