Accidentes en el servicio militar
Las estadísticas que recientemente nos están dando acerca de los numerosos accidentes, a veces con consecuencias fatales, para los jóvenes que prestan sus servicios en el Ejército, creo que merecen un análisis más serio y profundo que el que se ha hecho desde fuentes oficiales.Las instituciones militares ahí están, y creo que, de momento, sería utópico pensar en su desaparición. Si todos estamos convencidos, aunque sea un mal necesario y no deseable, de tener unas fuerzas armadas, tengámoslas, pero de acuerdo con los tiempos en que vivimos.
Es absolutamente absurdo que cuando ya hablamos de la locura de la guerra de las galaxias tengamos en nuestro país un Ejército formado con chicos de 19 a 20 años, que si su presencia física y educación han mejorado notablemente, no dejan de ser unos niños grandes, y que si en la vida civil, a pesar de su mayoría de edad, sus padres saben bien el peligro que supone ponerles en sus manos una simple arma de caza y cualquier casa de coches de alquiler les pondrá condiciones muy especiales para dejarles conducir un utilitario, que una vez vestidos de soldados se produzca tan fantástico milagro de convertirles en superhombres para poder manejar sofisticadas armas y conducir pesados vehículos, que en la vida civil se tardaría años en llevarlos responsablemente.
Cuando a veces veo a estos chicos, no ya solamente soldados, sino guardias civiles o policías nacionales, portando estas armas, créanme, procuro discretamente alejarme lo más posible. Senci lamente me dan la impresion e que están jugando a la guerra o a policías y ladrones.
Todos tenemos en la memoria el triste papel que hicieron los soldados argentinos en la desdichada confrontación de las Malvinas.
Francamente, así ya no se puede servir a la patria.
Unas docenas de profesionales británicos lo decidieron todo.
Igualmente que exigimos buenos médicos, ingenieros o un buen fontanero, ¿por qué los que tienen la importante misión de defendernos de tantos hipotéticos enemigos no han de ser también buenos profesionales? Un buen ejército sólo puede estar constituido por profesionales con vocación y bien pagados, y dejémonos de servicios gratuitos a la patría, que, si suena muy bien y cuesta menos, cada día funciona peor.-
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