UGT suaviza sus críticas hacia la política del Gobierno y convoca su próximo congreso para el 2 de abril de 1986

El comité confederal de UGT, celebrado ayer con carácter extraordinario, confirmó el cambio de actitud experimentado en las últimas semanas por la organización en sus críticas al Gobierno. El propio Nicolás Redondo, según algunos de los presentes, se mostró en su intervención mucho menos crítico que en anteriores ocasiones. El comité trató dos únicos puntos: la convocatoria del próximo congreso de la UGT, que tendrá lugar del 2 al 6 de abril de 1986, y la continuidad de la política de concertación. Redondo, en posterior conferencia de prensa, señaló que "lo lógico es que intentemos suavizar las diferencias, no dramatizarlas".

Tanto la resolución emanada del comité confederal, como el mismo debate que, como es costumbre en UGT, se celebró a puerta cerrada, demuestran una evidente dulcificación de las críticas del sindicato hacia la política del Gobierno. Algunos de los presentes hicieron pública su sorpresa ante la mesura con que se desarrolló el comité confederal. El secretario general de UGT, Nicolás Redondo, no negó que efectivamente pudiera parecer que la acritud de las últimas semanas se había suavizado. "No es extraño. Es dificil mantener continuamente una actitud de dureza. Yo he dicho en anteriores ocasiones que no podemos ser débiles con Gobiernos de izquierda y fuertes con Gobiernos de derechas. Y sé que la opinión pública puede no entender nuestra postura".No obstante, Redondo aclaró que ello no suponía un cambio en la política sindical. "Las diferencias están ahí. Pero no hay ni que dramatizarlas, ni que agravarlas. Hay que intentar suavizarlas y asumirlas como un hecho lógico".

El secretario general de UGT afirmó que fuera del PSOE "tampoco hay otras opciones. Y una confrontación sistemática con el Gobierno no es buena para la clase obrera. Para Nicolás Redondo, además, "la derecha no es capaz de sacar el país adelante, los comunistas están divididos, y la única alternativa es este partido y este Gobierno".

Reconoció sin embargo que las dificultades para comprender estas actitudes podían incluso darse en la propia organización:, "Puede haber compañeros que piensen que las críticas de la ejecutiva son muy duras y hay que suavizarlas, y otras que digan lo contrario. Nuestra obligación es asumir estas posturas. Y mantener una línea coherente".

La resolución del comité confederal, también se encuentra impregnado de esta filosofía. Aunque se vuelven a criticar las medidas que el Gobierno ha tomado unilateralmente y se destaca el malestar ante unos Presupuestos Generales que "olvidan la función generadora de empleo de la intervención gubernamental" en la inversión, en su conjunto, el tono y su propio contenido supone un giro respecto a resoluciones anteriores del sindicato. El mayor hincapié lo hace en la necesidad de salvar la concertación, y, sobre todo, procurar que la negociación colectiva se desarrolle en este marco. Para UGT los convenios pactados al amparo de un acuerdo de referencia consiguen mayores aumentos salariales.

Comisión de seguimiento

A esta actitud del sindicato socialista no es ajeno el hecho de haberse difundido entre los presentes que el Ministro de Trabajo convocará a CEOE y UGT a una reunión de la comisión de seguimiento del Acuerdo Económico y Social (AES), que se llevará a cabo el próximo día 7. La CEOE que había decidido abandonar esta comisión mientras el Presidente de Gobierno no explicara públicamente las razones de sus supuestos incumplimientos, parece que acudirá a la reunión. Ayer Manuel Ventura, secretario general de comercio de UGT, presidente del comité confederal y el más firme candidato a un puesto en la próxima ejecutiva, comentaba que "no entendemos este cambio de actitud, aunque nos alegremos de la vuelta a la normalidad".El próximo congreso contará con una novedad respecto al congreso anterior. El comité confederal de ayer aprobó que la ejecutiva elabore un documento sobre política sindical, institucional y organización. Este documento, que tendrá que ser aprobado por el comité confederal será discutido en el congreso junto con las distintas ponencias que elaboren las federaciones y uniones.

Aunque estatutariamente el procedimiento es exquisitamente correcto, ayer alguno de los presentes hacía ver que el hecho de que existiera un documento refrendado por la ejecutiva podía restar posibilidades a las que pudieran presentar las federaciones y uniones. "¿Quién se enfrenta a una ponencia que viene elaborada por la ejecutiva y, además refrendada y aprobada por el comité confederal que es el máximo órgano entre congresos?".

Al congreso asistirán 800 representantes, distribuidos de la siguiente manera: 390 de federaciones de industria, el mismo número para las uniones territoriales y 20 para las organizaciones del exterior. El total de mandatos representados en el congreso será de 652.878.