Cimino: "Mi película se defiende por sÍ sola"
Hace cinco años que no se estrenaba ninguna película de Michael Cimino. Se decía que el fracaso económico de su última producción, Las puertas del cielo (que le costó 36 millones de dólares, unos 5.760 millones de pesetas), le había hecho más prudente. Cimino se encuentra estos días visitando España para promocionar The year of the dragon, que en España se llamará Manhattan sur, exhibida ayer en la semana de cine de Valladolid. Una película protagonizada por Mickey Rourke, que, como sus anteriores producciones, se ha convertido en un centro de la polémica en su país. El director opina que "la película se defiende por sí sola".
Michael Cimino se relaja entre una película y otra, cabalgando por las playas del oeste norteamericano. Pese a su origen italiano, él se considera ciento por ciento norteamericano. Su aspecto está muy lejos del tópico de exportación, aquel que anuncia los paquetes de cigarrillos. Es bajo de estatura y ha perdido 15 kilos en los últimos meses. Se hunde en un sofá y desde esa profundidad habla con una voz casi inaudible sobre las razones que tuvo para rodar esta película, basada en la novela The year of the dragon, de Robert Daley."El papel de los chinos en la construcción de Estados Unidos no es conocido en absoluto. Su participación en la construcción de los ferrocarriles fue decisiva. La gente ignora, por ejemplo, que los primeros guetos chinos estuvieron constituidos mayoritariamente por solteros, por que no se les permitía traer a sus mujeres de China. Ellos sólo pudieron alcanzar la ciudadanía en 1942. Considerarlos como ciudadanos norteamericanos es algo que a mucha gente le resulta todavía muy chocante. Y estamos hablando de gente con una cultura de 5.000 años", comenta Cimino.
"Presenciamos ahora por primera vez su participación en la vida política norteamericana, y no sólo apoyando económicamente las campañas políticas. Es increíble observar la velocidad con que los refugiados vietnamitas se han adaptado a la nueva vida, con gran energía. La película no habría podido hacerse sin el empuje de estos cientos de chino-americanos".
Un barrio chino
El presupuesto de Manhattan sur ha sido de 21 millones de dólares (unos 3.360 millones de pesetas), y, para rodarlo con comodidad tuvo que reconstruirse al detalle en el estudio el barrio chino de Nueva York. Un rodaje que duró 61 días y que contó con la participación de cientos de chino-norteamericanos.Manhattan sur ha sido duramente tratada por la crítica norteamericana y por un sector de la comunidad china, de ese país. No es la primera vez que esto sucede. Tanto El cazador como Las puertas del cielo encontraron gran resistencia en la opinión estadounidense.
Ayer, tras la presentación de la película en la semana de Valladolid, se inició nuevamente la discusión. Michael Cimino aguantó, revestido de una indiferencia que no ocultaba del todo un cierto nerviosismo, las acusaciones de racismo hacia su filme Manhattan sur que le fueron formuladas insistentemente por la Prensa especializada asistente, según informa Gonzalo Rodríguez.
"No estoy de acuerdo con esa acusación. El filme coloca al racismo en la pantalla, pero no significa que sea racista en sí mismo", replicó una y otra vez.
Anteriormente, en la entrevista concedida a este periódico, reflexionaba sobre el mismo tema. "Es difícil de decir, difícil también de comprender la razón de estas reacciones. No sabes realmente dónde comienza, de dónde viene. Y lo que lo hace más confuso es el hecho de que en Europa las reacciones son totalmente opuestas y la crítica es muy favorable a ellas. Hacer una protesta sobre la película suele ser un punto que se utiliza mucho en las campañas políticas. La película se defiende por sí sola. Casi cada película que se hace hoy en Estados Unidos es motivo de comentario o protesta de algún sector".
Dignidad humana
"Lo que a mí me interesa en primer término es la persona", afirma Michael Cimino. "Lo que me interesa destacar es la medida de la dignidad y valor del hombre. Siempre me siento conmovido por la capacidad de sobrellevar con coraje las peores situaciones. En ello está el corazón de esta película. La historia es siempre una histona, pero hay una suerte de viaje personal en cada una de ellas. Para una película es una forma natural de enfrentar la situación. Un viaje por un espacio geográfico tanto como una travesía personal del espíritu. Quizá sea útil percibir lo que aquellos personajes puedan tener en común. En el fondo son todos unos soñadores, unos idealistas"."Me gustaría rodar más, y pienso que la virtud del antiguo sistema de los grandes estudios cinematográficos es que hacían muchas más películas. Había algunas ocasiones en que algunos de los mejores directores hacían tres películas al año, y eso era excelente. Uno no necesita realmente un tiempo para recuperarse. Es malo que desperdiciemos tanto tiempo entre una película y otra. Creo que la mayoría de los directores norteamericanos estarían dispuestos ahora a volver al antiguo sistema de los estudios con una producción continua y un staff de actores".
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.