El acuerdo entre Siria y Jordania anuncia un cambio de alianzas en Oriente Próximo
La reconciliación de Siria con Jordania y los contactos sirio-iraquíes en el mismo sentido pueden provocar un cambio radical en el mapa de alianzas en Oriente Próximo e introducir variaciones sustanciales en los conflictos principales de la zona. Un acuerdo sirio-jordano para poner fin al estado de guerra casi latente entre ambos países fue alcanzado a principios de la semana pasada en Riad (Arabia Saudí). El primer ministro sirio, Abdul Rauf al Kasem, y su homólogo jordano, Zaid al Rifai, acordaron rechazar cualquier arreglo "parcial o unilateral" con Israel y afirmaron su predisposición a aplicar el plan árabe de paz adoptado por la cumbre de la Liga Árabe de Fez (Marruecos) en 1982.
Ese acuerdo sirio-jordano puso fin a una disputa entre ambos países, que ha durado cinco años, que se originó por la posición proiraní de Siria y la proiraquí de Jordania en torno a la guerra del Golfo y que alcanzó su máxima tensión cuando el rey Hussein de Jordania firmó, el pasado 11 de febrero, un acuerdo con el líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasir Arafat, para establecer una patria palestina en Cisjordania y Gaza confederada con el reino hachemí de Jordania.Las conversaciones sirio-jordanas, bajo el patrocinio del heredero saudí, príncipe Abdullah Ben Abdelaziz, fueron seguidas inmediatamente de la reapertura del ferrocarril que enlaza Damasco con Amman, que había estado paralizado durante la disputa bilateral.
Olvido del pasado
Siria parece haber olvidado su antigua acusación a Jordanía de servir de base a los integristas Hermanos Musulmanes, que tantos problemas ocasionaron a Damasco, hasta la matanza de miles de ellos en Hamma y Alepo en la primavera de 1981.Por su parte, Jordania se aleja de su papel de celosa defensora de la independencia de la OLP de Yasir Arafat, que cristalizó en los acuerdos jordano-palestinos del 11 de febrero, fuertemente criticados por Siria por ser "contrarios" al espíritu del plan de Fez. El comunicado publicado en Riad que da cuenta del acuerdo sirio-jordano no hace mención alguna del pacto jordano-palestino de febrero.
Tanto Siria como Jordania,se adhirieron en sus conversaciones al plan de Fez para conseguirla paz en Oriente Próximo "en el marco de trabajo de una conferencia internacional patrocinada por las Naciones Unidas y con asistencia de todas las partes", según el comunicado del heredero saudí, príncipe AbduIlah Ben Abdulaziz.
Simultáneamente a las conversaciones sirio-jordanas, que duraron dos semanas, el rey Hussein declaró que quería realizar "un replanteamiento completo" de la situación tras la fracasada entrevista de una delegación jordano-palestina con el secretario del Foreign Office, Geoffrey Howe, hace dos sémanás, en Londres.
Por su parte,Yasir Arafat declaró el viernes, en una conferencia de prensa celebrada en Manama (Bahrain), que el acuerdo jordano-palestino de febrero "no es tan frágil como para verse afectado por el acercamiento de Siria con Jordania".
Algunos observadores consideran estas palabras de Arafat como una nueva muestra de su exceso de confianza, pues la Prensa de Beirut publicó el viernes el cierre de diversas instituciones palestinas en Amman "con el propósito de reducir la presencia palestina en Jordania". Además, el supuesto jefe, de la Fuerza 17 -comandos de elite de la OLP-, identificado como Abu Tayeb, se vio rechazado, en la frontera jordana a su vuelta de una visita a un país árabe cuyo nombre no ha sido hecho público.
No obstante, el rey Hussein, fiel a su tradición de equilibrismo político, declaró el pasado jueves, tras recibir al presidente egipcio, Hosni Mubarak: "Los propios palestinos habrán de decidir exactamente lo que quieren, pero mi esperanza es que la Organización para la Liberación de Palestina será capaz de reflejar las aspiraciones y los deseos del pueblo de Palestina".
La misión mediadora del príncipe heredero saudí fue más lejos que la simple reconciliación sirio-jordana. Según expresó el propio Abdullah Ben Abdlelaziz, su intención era "clarificar la atmósfera" con vistas a la próxima cumbre de la Liga de los Estados Árabe, que debe celebrarse en Riad el próximo mes de noviembre.
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