100 rebeldes canjeados por Inés Duarte llegan a Cuba y otros 18 vuelven a la guerrilla
Un grupo de 100 guerrilleros salvadoreños liberados el jueves en el mayor canje de prisioneros entre el Gobierno democristiano y la guerrilla izquierdista llegó ayer a Cuba, mientras otros 18 prefirieron quedarse en El Salvador y fueron entregados a la guerrilla. La solución del secuestro de la hija del presidente José Napoleón Duarte, tras 44 días en poder de sus captores, generó una fuerte polémica, en la que tanto los rebelde como el Gobierno y la oposición derechista trataron de ganar posiciones
Los 100 rebeldes liberados por Duarte -a cambio de su hija, una amiga de ésta y 33 funcionarios y alcaldes- llegaron en la mañana de ayer a La Habana, después de haber pasado 70 de ellos por México y otros 30 por Panamá. En Cuba fueron recibidos por miembros de la Cruz Roja Internacional, un dirigente. del comité central del partido comunista cubano y el representante en ese país del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN). La mayoría de los liberados llegados a La Habana son heridos y lisiados de guerra o jóvenes combatientes de menos de 16 años.Sólo tres de los 100 que llegaron a Cuba son dirigentes políticos o combatientes activos. Entre ellos se cuenta la personalidad más importante del grupo, la comandante Nilda Díaz, dirigente de uno de los grupos integrados en el FMLN. Otro guerrillero, el piloto de avión costarricense Julio Romero Talavera, fue entregado a la Embajada de Costa Rica en El Salvador.
Los otros 18 guerrilleros puestos en libertad prefirieron quedarse en El Salvador y fueron entregados por el arzobispo de San Salvador, Arturo Rivera y Damas, a los jefes del FMLN en la localidad de Tenancingo, 38 kilómetros al norte de San Salvador.
La liberación masiva de rebeldes puso fin al mayor intercambio de prisioneros entre el Gobierno y la guerrilla salvadoreña desde que se iniciaron las hostilidades, hace casi seis años. El FMLN entregó el jueves a la hija mayor del presidente Duarte, Inés, de 35 años, y a su amiga Cecilia Villeda, de 23, además de a 33 funcionarios gubernamentales. Inés Duarte y Cecilia Villeda fueron secuestradas el 10 de septiembre en las cercanías de San Salvador, mientras que los funcionarios, 23 de ellos alcaldes, habían sido capturados meses antes.
Coste político
La solución fue un alivio personal para el presidente Duarte, que ahora debe enfrentar el coste político de haber antepuesto el interés familiar a la firmeza gubernamental con la guerrilla, según la acusación de la derecha salvadoreña.La negociación con el FMLN fue vista por la mayoría de los observadores como un triunfo de los rebeldes, que lograron imponer sus condiciones en medio de un notorio malestar en el seno de las Fuerzas Armadas, especialmente las que están en el frente de combate contra la guerrilla. El reintegro inmediato de los 18 guerrilleros a la lucha fue visto por el Ejército como una afrenta, facilitada por la actitud blanda de Duarte.
El FMLN, a través de la radio clandestina Venceremos, emitió un comunicado insistiendo en que la captura de Inés Duarte "fue una operación legítima y reafirma la justicia de nuestra actuación", mientras que criticó al Gobierno, que "viola permanentemente los derechos humanos".
Por otro lado, dos personas resultaron muertas y otras cinco heridas durante un tiroteo registrado ayer en los alrededores de la casa presidencial. El enfrentamiento se produjo entre dos policías y dos delincuentes comunes.
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