Guerra lanza graves acusaciones contra la Xunta de Galicia

El vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, acusó ayer al actual Gobierno gallego de haber "desprestigiado" el concepto de autonomía por su mala gestión, presidida por intereses "partidistas, personales y crematísticos" y no de servicio a los ciudadanos. En una intervención con veladas acusaciones de corrupción dirigidas al Gobierno de la Xunta, Guerra participó en Santiago en el primer acto oficial de los socialistas gallegos, en el que el candidato a la Xunta por el PSDEG-PSOE pronunció su manifiesto electoral con vistas a las elecciones autonómicas del 24 de noviembre.

La dirección federal del PSOE está dispuesta a utilizar "todos los recursos posibles" para apoyar a su candidato en Galicia, Fernando González Laxe. En términos económicos ello se traducirá en unos 200 millones de pesetas. La primera muestra de este apoyo se apreció ayer con profusión en Santiago, donde se trasladó la plana mayor de la comisión ejecutiva federal del partido, para celebrar en tierras gallegas su habitual reunión de los viernes.Encabezaban la delegación el presidente del partido, Ramón Rubial; el vicesecretario general, Alfonso Guerra, y el secretario general de organización, José María Benegas. Posteriormente Guerra y Laxe, codo con codo, rodeados por otros dirigentes socialistas gallegos y nacionales, dieron un largo paseo por las calles más típicas de la ciudad.

lncidentes en 'La clave'

Alrededor de 200 personas entre cargos públicos, representantes de cofradías de pescadores, empresarios y artistas, escucharon de Alfonso Guerra un discurso sobrio en el tono, que no fue óbice para que arrojara duras acusaciones contra el Gobierno que preside Gerardo Fernández Albor. El vicepresidente leyó una carta a él dirigida por un consejero de la Xunta -posteriormente se conoció que se trataba de Fernando Garrido, responsable de Agricultura- en la que denunciaba "disfunciones de la Xunta", con aportaciones de datos relativos a una caótica gestión.

"Regalo"

En la misma línea, y con el referente "objetivo" del diario oficial deGalicia, el vicepresidente afirmo que el Gobierno gallego había "regalado" 15 millones de pesetas, so pretexto de creación de puestos de trabajo, a personas relacionadas con Alianza Popular para la puesta en marcha de emisoras de radio de FM. "Yo creí que esas prácticas estaban desterradas, pero veo que no, incluso ellos mismos hablan de una lista pirata en Lugo, supongo que no querrán decir que son piratas los integrantes de la misma", dijo en referencia al reciente conflicto vivido en Coalición Popular en la presentación de candidaturas.

En ese momento el responsable socialista acusó al Gobierno de la Xunta de actuar bajo intereses personales, partidistas y crematísticos, y no por el interés general. Guerra sembró el desconcierto cuando afirmó, guiándose por su "intuición política", que Fernández Albor no será el presidente de la Xunta en el supuesto de que ganen las elecciones. "No será el presidente, que se lo quiten de la cabeza, hay un tapado que saldrá dos meses después", advirtió.

La no invitación del Bloque Nacionalista Gallego a participar anoche en el programa de TVE La clave, en el que estaban representados Coalición Popular, PSOE, Coalición Gallega y CDS, produjo diversos incidentes de orden público en Santiago, donde ayer se celebraba el coloquio, que aún continuaban a última hora de la noche. Unas 200 personas del Bloque se manifestaron por las calles acusando a TVE de marginar a los nacionalistas gallegos.

Cuando los manifestantes se disponían a disolverse tras entonar el himno gallego, numerosos efectivos de la Policía Nacional cargaron contra ellos con el saldo de una veintena de detenidos y varias personas contusionadas. El debate de La Clave, cuyo contenido estaba dedicado en esta ocasión a Galicia, se celebró en el centro regional de TVE, dado que el lugar previsto, el Hostal de los Reyes Católicos, se consideró vulnerable a la entrada de los manifestantes del Bloque. A las 22 horas de ayer aún se producían cortes de tráfico por parte de los manifestantes en algunas calles de Santiago, en medio de un impresionante despliegue policial.