El caso del 'Achille Lauro'
FRANKFURTER ALLGEMEINE
El Achille Lauro debe llevar el problema de la OLP a su última crisis. No puede ni debe seguir adelante, pues no puede abandonarse la política internacional a los ataques de siniestras células terroristas. Pero los israelíes, que con razón piensan que pueden confiar sólo en sí núsmos, tampoco tienen la solución en la mano, con su ataque al cuartel general en Túnez, han proporcionado un motivo más para la escalada terrorista. Al principio se produjeron cobardes asesinatos en playas israelíes o a pequeños barcos en puertos chipriotas. Así, si al terror responden con el terror del Estado, lo que es comprensible e inevitable, se crea una cadena fatal que no termina durante mucho tiempo.
El intento de Israel, que con la invasión de Líbano buscaba atrapar a la OLP en su guarida y deshacerla, ha fracasado. Los mifitantes de la OLP, pese a que estén desunidos y divididos, se sienten como combatientes de un pueblo perseguido y sometido que ahora cuenta con cuatro o cinco millones de hombres. ( ... ) La OLP es rica y pobre a la vez, dispone de un capital de infles de millones, pero no tiene un territorio que sea- su propia casa. Tienen a menudo el apoyo de las Naciones Unidas, en apariencia el mundo entero tras de ellos, pero ninguna nación que le sostenga sin abusar en provecho propio. La OLP está muy dividida. En las alturas se percibe una falta de coherencia y una preocupación por dar impresión de seriedad, además de apficarse en cada momento a vigilar que su política moderada no sea torpedeada o que asesinen a sus hermanos. (... )
La buena voluntad de los europeos frente al mundo árabe está otra vez en juego, como lo demuestra el ejemplo de Italia.
9 de octubre
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