El Ejército español recibirá en la fecha prevista los F-18, a pesar de los últimos fallos detectados
La necesidad de efectuar nuevas reparaciones en los cazabombarderos de la Marina norteamericana F- 18, en los que han sido detectados hace tres días nuevos indicios de fatiga, no será un obstáculo para que la entrega de los 72 aparatos de este tipo adquiridos por España se efectúe en la fecha prevista, es decir, el 22 de noviembre próximo, según informaron ayer fuentes del Ministerio de Defensa. El propio ministro, Narcís Serra, comentó en Zaragoza que el fallo detectado es "normal" y "solucionable". En el mismo sentido se manifestaron ejecutivos de la compañía McDonnell Douglas, fabricante de los aparatos.Fuentes de Defensa puntualizaron a este diario que, de hecho, se mantiene la fecha del 22 de noviembre para la celebración de la ceremonia oficial de entrega de los F- 18 adquiridos en 1981 por el Ministerio de Defensa español dentro del programa FACA (Futuro Avión de Combate y Ataque), en una operación cuyo coste total superó los 300.000 millones de pesetas. Con este motivo se trasladará e se mes un contingente de pilotos españoles a San Luis (Misuri, EE UU) para iniciar las pruebas de vuelo con estos aviones, que se prolongarán por espacio de cuatro o cinco meses, lo cual significa que en la primavera de 1986 estarán en España los nuevos aparatos.
La compañía McDormell Douglas ya ha anunciado que se hará cargo de los gastos suplementarios que provoque esta nueva reparación -el coste económico de la misma aún no ha sido fijado- tras los fallos observados en la estructura que une los planos al cuerpo de los cazabombarderos después de someterlos a pruebas de vuelo que han superado las 9.500 horas. Dichas reparaciones serán supervisadas, en lo que respecta a los aviones adquiridos por el Ministerio de Defensa, por los ingenieros españoles que se encuentran desde hace tiempo destacados en la factoría de McDonnell en San Luis. En julio de 1984 se detectó otro fallo en los F-18; en concreto, se produjeron fisuras en la cola que obligaron a efectuar algunos retoques en el modelo.
Fuentes de la McDonnell restaron importancia ayer a los defectos detectados por los laboratorios de esta compañía en Misuri. Los fallos han aparecido durante las pruebas de resistencia a las que está siendo sometido este modelo de avión de combate, cuya vida media está calculada en torno a las 6.000 horas de vuelo. "La preocupación de la compañía", aseguraron las mismas fuentes, "es prolongar al máximo la operatividad del avión con constantes pruebas de resistencia, lo cual implica que pueda producirse esta clase de deficiencias".
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