El Rey destaca la vocacion europeista de los pueblos español y holandés

El rey Juan Carlos subrayó ayer, ante la reina Beatriz de Holanda, el reencuentro de ambos países en la Comunidad Económica Europea. Durante la cena de gala que anoche ofreció en el palacio de Oriente a los reyes de los Países Bajos, don Juan Carlos, recordando el discurso que pronunció en La Haya hace cinco años y medio, señaló que "si en Europa existen dos pueblos que, a la voluntad de preservar su propia identidad y el orgullo de su personalidad diferencial, unen una conciencia viva de pertenecer a un conjunto supranacional, esos dos pueblos son el español y el holandés".

"España, que recobra ahora formalmente la plenitud política, económica y jurídica de su permanente ser europeo, se ve nuevamente vinculada a los Países Bajos. Esta relación toma hoy la forma de una decisión común, libre, democrática y voluntariamente adoptada por sus dos pueblos y Gobiernos, así como por los del resto de los países que forman la Comunidad", añadió el Rey de España.

Don Juan Carlos áfirmó también que la CEE no es sólo representación de altas cotas de progreso y desarrollo económico, político y social, sino también la expresión de un conjunto de países que se agrupan, por encima de todo, en la defensa y potenciación de la libertad, concepto sobre el que se basa nuestro presente y nuestro proyecto histórico de futuro".

"Nuestros dos países", dijo también el rey Juan Carlos, "comparten también el mismo interés por la defensa de la paz mediante el diálogo y la distensión".

Don Juan Carlos añadió que "la defensa de nuestras libertades y de nuestro progreso exige una colaboración generosa y creciente con las regiones más deprimidas y los pueblos menos afortunados del mundo", que ayude también "a extender la vigencia del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de los individuos, grupos sociales y pueblos", y contribuya "a la creación de un orden internacional más justo, estable y pacífico".

"Nuestros pueblos", concluyó el Rey, "con tener la fortuna de hallarse entre los dotados de ordenamientos políticos y económicos avanzados no deben darse por satisfechos, porque el progreso y la libertad nunca se conquistan definitivamente y porque la cooperación con los menos afortunados es un imperativo ético y político que surge de nuestra historia".

Elogio a la democracia

La reina Beatriz, en su discurso de respuesta, elogió la evolución democrática de España, que "ha despertado, en gran parte del mundo, respeto y admiración".

La soberana de los Países Bajos expresó también su estimación por el conde de Barcelona, cuya "sabiduría y abnegación" le imprimen "el carácter de un gran hombre lleno de nobleza".

Tras recordar el pasado histórico común de España y Holanda, y refiriéndose a la paz firmada por ambos en 1648, la reina Beatriz agregó que Ia entrada de España en la Comunidad Europea es la continuación de una tradición a la que dieron comienzo nuestros países hace más de tres siglos".