Colino: "Entramos en la era de la comunicación total"

El norteamericano Richard R. Colino es el director general y jefe ejecutivo de Intelsat (Organización Internacional de Telecomunicaciones por Satélite), la organización comercial de ámbito mundial más poderosa en materia de telecomunicaciones. Integrada por 110 países, mantiene 17 satélites en órbita y prepara el lanzamiento de otros 10; sirve la mayor parte de líneas telefónicas internacionales y desempeña un papel esencial en las transmisiones de datos. Por otra parte, prácticamente todos los programas internacionales de televisión pasan por Intelsat. Colino, que ha participado recientemente en el simposio Intelevent, celebrado en Cannes (Francia), asegura que nos encontramos ya en los primeros pasos de la comunicación total, debido especialmente al desarrollo y utilización de los satélites de comunicación."La comunicación total nos llega de la mano de nuevas tecnologías, que hacen posible no sólo la televisión mundial sino también la televisión directa, el vídeo interactivo, la televisión por cable, el teletexto, la transmisión de datos y otros sistemas. Probablemente todos estos medios se agrupen en torno al televisor, profundamente anclado ya en la vida cotidiana de la mayor parte de los ciudadanos".

El director de Intelsat asegura que este nuevo entorno de comunicaciones es de tal envergadura que ha puesto en cuestión incluso a todos los organismos, tanto internacionales como nacionales de telecomunicación, que ahora deben adaptarse a las nuevas tecnologías y a las nuevas demandas de servicios. "La batalla de la información se está planteando en todos los ámbitos".

Uno de los exponentes de esta lucha que afecta directamente al organismo que dirige Colino es precisamente el intento de las compañías norteamericanas de satélites por acabar con el monopolio internacional que mantiene Intelsat respecto a los servicios de satélites de telecomunicación. Estas compañías pretenden desde hace tiempo que se liberalice la utilización del espacio y que puedan prestar servicios internacionales como lo hace Intelsat en estos momentos. De esta forma, las compañías privadas podrían repartirse parte del mercado internacional de las telecomunicaciones.

No a la liberalización de los servicios de satélite

El director general de Intelsat asegura que esta pretensión inquieta a los Gobiernos de los países miembros de este organismo, a pesar de que la invasión del ámbito privado en las actuales competencias de Intelsat tan sólo supondría, según Colino, especular en un segmento del 15% de los servicios del sistema. Por otra parte, el director manifiesta su convicción de que ningún Gobierno permitirá esta liberalización. "Los próximos días 7 al 11 del mes de octubre se reúnen en Washington las partes integrantes de Intelsat para tratar de nuevo la posible entrada de empresas privadas en la competencia de los satélites, pero pienso que volverán a oponerse a que el sector privado ocupe un lugar lucrativo en la utilización del espacio internacional".

Otro tema especialmente delicado para Colino es la pretensión de la URSS de entrar como miembro de pleno derecho en la organización Intelsat. A esta entrada se opone Estados Unidos. "De hecho", dice Colino, "la, URS S está utilizando los servicios de Intelsat desde hace años".