Continuidad en la ejecutiva del Banco Exterior

La sucesión en el Banco Exterior de España, el octavo banco del país, una institución que cuenta con mayoría de capital público, transcurre por caminos distintos. El presidente del Exterior es nombrado por el consejo de administración, pero tiene que contar con el visto bueno del ministro de Economía de turno. En la actualidad, el presidente es Miguel Boyer, el anterior ministro de Economía. Los problemas de sucesión surgen en este banco no tanto por su presidente como por la línea ejecutiva del banco.Ésta ha sido reforzada, dentro de la continuidad, con la decisión de Boyer de mantener a Rafael Martínez Cortiña como consejero delegado, y con la certeza de su elevación a la vicepresidencia del banco con poderes ejecutivos. De esta forma, aunque cambie el presidente, se asegura la continuidad clara de la línea ejecutiva, que, en definitiva, es la que preocupa a las autoridades de control y supervisión bancaria.

El anuncio de que Rafael Martínez Cortiña dejaba el Banco Exterior y se incorporaba como máximo ejecutivo al Banco Zaragozano -uno de los cinco medianos independientes- provocó problemas en el seno del Exterior en una época en la que se considera que la rentabilidad y tipo de negocio del banco va a sufrir profundas modificaciones internas.

El tipo de cambio del dólar a la baja desde hace varios meses exigía una reconversión del Banco Exterior, que basó gran parte de su cash flow (beneficios más amortizaciones) de años anteriores en las importantes ganancias obtenidas por las diferencias de cambios. La cotización de la divisa de Estados Unidos y los mayores controles impuestos sobre los fondos librados hacia el Banco Exterior por parte del Instituto de Crédito Oficial ponen en cuarentena los resultados del Exterior para este aflo y los próximos.

El Banco Exterior tiene, con motivo de la entrada de España en la Comunidad Económica Europea, que variar profundamente sus cauces de financiación y su tipo de negocio; la línea en boga es volcarse sobre la banca comercial, que hace el resto de instituciones financieras privadas, reduciendo el peso que la financiación de exportaciones tiene en el conjunto de la entidad.

El anuncio de que Rafael Martínez Cortiña dejaba su puesto de consejero delegado rompía los esquemas del nuevo presidente de la entidad. Cortiña es una persona que, tras más de 20 años en la institución, la conoce perfectamente por dentro y por fuera. Su presencia parece básica para cualquier tipo de reestructuración.

Afanes profesionales

Los afanes profesionales de Cortiña se cubren con la garantía de que mantendrá el poder interno de la entidad y que será nombrado vicepresidente de la misma. De esta forma logra superar la eventualidad que supone tener que poner su cargo a disposición del presidente de turno.

Hasta el nombramiento de Francisco Fernández Ordóñez como presidente del Exterior, había estado al frente de la entidad Fermín Zelada, representante de los accionistas privados de la misma. El nombramiento de Fernández Ordóñez, y, sobre todo, de Miguel Boyer, posteriormente, parece indicar la decisión del Gobierno de designar como presidente a una persona de su entera confianza.