La llama azul de la fotografía
'Imagineros' españoles exhibirán en Europalia sus principales realizaciones
El despertar entusiasta de la fotografía en España, evidente en las múltiples exposiciones organizadas en los últimos meses en diferentes ciudades, se encuentra como en "la fase azul de la llama de la cerilla", cuando no se sabe si el fuego progresará o será extinguido. Ésa fue la imagen utilizada por uno de los siete fotógrafos españoles seleccionados para la muestra de fotografía y vídeo Les nouveaux imaginaires (Los nuevos imaginarios, o imagineros, según se prefiera), que será expuesta en el Museo de la Fotografía de Charleroi, Bélgica, en el contexto de Europalia.
Los artistas consultados, cinco, aceptaron que la fotografía en España tiende a tener características comunes, como la juventud de los artistas, pero todos manifestaron vocación de independencia y alergia al encasillamiento, y no reconocieron ningún común denominador, ni escuela, ni generación. De hecho, según el fotógrafo Valentín Sama, la fotografía está definida por un espíritu de independencia, lo cual beneficia su arte pero perjudica al gremio.Antonio Bueno y Valentín Sama imaginan en color. Una explicación fácil para el caso de Bueno es que viene de la pintura -coincidió en Bellas Artes con el ya reconocido internacionalmente Javier Vallhonrat-, y hace una fotograflia con planteamientos pictóricos. Su serie Grafis que será expuesta en Charleroi ofrece variantes sobre su casa, desierta en seis de las siete imágenes pero poblada por trazos de colores fuertes que sugieren gran trasiego y movimiento. "Busco una imagen intimista" -dice Bueno. "Busco variantes de situaciones o sensaciones".
Quizá lo mismo, pero por vías muy distintas, busca Valentín Sama. Es el mayor de todos ellos, 39 años, y aunque advierte: "Los fotógrafos somos malos verbalizando", se explica con la misma precisión que caracteriza sus imágenes. "Me fascina la precisión" dice este óptico profesional que sintió a los once años el deseo de ilustrar un libro sobre trenes, y que entró en la fotografía por su "afición a los cachivaches"; "como entramos muchos", declara, "aunque pocos lo confiesen". "Hay épocas en las que casi sólo veo colores fuertes", si bien seis de sus once fotografías expuestas se carácterizan por la casi ausencia de color Son matices que envuelven frutas y verduras, y que desdibujan casi sus contornos. Algunas de estas imágenes recordarían a Zobel.
El perro, el perro en libertad, es el personaje central de las otras cinco. Son perros descansando, no al acecho, que quiebran los espa cios, azules y ocres del Mediterráneo.
Magia, fraude
Javier Menba es el más joven, tiene 26 años, y lo parece. Hace alarde de alergia a la teorización, aunque diga: "Para mí la fotografía es magia, y lo que más me gusta es su capacidad de fraude"; usa lúdico para calificar casi todo lo que le place, y asegura que le atraen las palabras sucias, si bien no utiliza ninguna. "Me gusta la suciedad por llevar la contraria", dice. "Me distingue una torpeza que me gusta". Quizá por torpeza entienda Menba los desenfoques de algunas de sus imágenes, o sus contrapicados torcidos, pero lo cierto es que su obra es homogénea, aunque sólo sea por la razón simple de que siempre habla de mujeres. "Hago fotos de tías porque me excita sexualmente". Acaba de regresar de un viaje por el continente y afirma: "Las españolas son las chicas más lúdicas de Europa".Menba da en el clavo cuando intenta definir sus imágenes: son narrativas. Con ellas busca contar historias, sugerirlas, y lo cierto es que sus personajes parecen guardarse un dato escondido que hacen al espectador preguntarse por su futuro o su pasado. También la explicación es evidente. No sólo el cine de John Ford es para Menba un dogma de fé, sino que ha dirigido 15 cortometrajes. "Quizás tengo, cuando hago fotos, una visión cinematográfica", agrega. También la tiene literaria: el pasado mes de enero ganó un premio de novela corta con Los indestructibles.
La relación de exposiciones de Manuel Esclusa (Barcelona, 1952) impone. Amsterdam, Milán y Berlín, entre las individuales. Las colectivas cubren toda Europa y puntos importantes de las dos Américas. Es fotógrafo profesional, con especialidad en la arquitectura, y profesor en dos centros para profesionales. Es el único de los consultados que logra generalizar: "En España se hace actualmente una fotografía de calidad homologable con la de las capitales de la fotografía, aunque no se puede hablar de una sola escuela". "Los españoles", afirma, "tienen cierta capacidad de sorprender, gracias al tímido descubrimiento de nuevos temas y, sobre todo, nuevos enfoques".
Esclusa lleva a la muestra Los nuevos imaginarios -también participa en la internacional Un día en España- una única y muy personal visión de los barcos. Son buques cargueros gigantescos, amarrados a puerto, cercados por grúas enormes o lejanas luces de la ciudad, o encallados en la arena tras un naufragio. Siempre en blanco y negro y siempre por la noche.
Batallas con gente
Xavier Guardans lleva a Charleroi una serie enloquecida titulada Hotel. Serie barroca y teatral en la que personajes diversos -niños, saxofonistas, negros jugadores de cartas y jóvenes semi desnudos- sugieren la celebración de fiestas, conciertos en privado, actos de amor. Fue realizada para una revista que le encargó escenificara algunas situaciones. Guardans es especialista en retratos: "Soy incapaz de batallar durante horas con un objeto, pero sí con la gente, hasta sacarle algo". Ha estado tres años en Inglaterra y piensa que en España hay gente muy buena y no se copia lo que se hace afuera.Donde hay cierto retraso es "en la gente que nos encarga imágenes".
La obra de Alberto García Alix y Manuel Laguillo -localizables durante estos días- es conocida por los seguidores de la nueva fotografía- en España. Las imágenes belgas de García Alix, admirado por Menba, son las de objetos simbólicos -la fotografía dedicada de Mi amigo sobre un pellejo de animal, por ejemplo-, o retratos estilizados. Su trabajo profesional en revistas marginales y alternativas tiene en cierta medida un eco en imágenes que recuerdan vagamente este ambiente, y en lo que parece un homenaje: el retrato del dibujante Ceesepe. El madrileño Manuel Laguillo, mostrará en Charleroi un sobrio mundo de edificios desertados por el hombre y entrelazados con una naturaleza jamás frondosa. Se adivinaría en él una vocación de geómetra en soledad.
Los nuevos imagineros es una de las cuatro exposiciones de fotografía organizadas en Europalia. En España en los grandes fotógrafos participan los grandes maestros de la fotografía de todos los tiempos: Man Ray, Brassaï, Capa, Robert Frank.... junto con algunos nuevos. De esta muestra, en Hasselt, se han separado las fotograflas realizadas a Picasso, Miró y Dalí por artistas como Douglas Duncan, Halsmann y Catalá-Roca, y que serán expuestas junto a las obras de los pintores. Un día en España es el título abstracto y amplio bajo el que fotógrafos de diferentes países y estilos se cobijarán para ofrecer sus visiones distintas.
Babelia
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