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El Grupo Popular rechaza una oferta socialista de negociar la reforma del Estatuto de Radiotelevisión Española

Anabel Díez

El Grupo Popular rechazó en la mañana de ayer una oferta hecha por el PSOE para negociar la reforma del Estatuto de Radiotelevisión Española. Según la propuesta, se crearía una comisión parlamentaria de estudio del Estatuto de RTVE tendente a modificarlo, de modo que el director general del Ente Público fuera nombrado por el Parlamento. La oferta fue desestimada, y la intención de los populares de pedir el cese del actual director general de RTVE, José María Calviño, se materializó por la tarde en una moción parlamentaria que fue rechazada por los socialistas. El Grupo Popular pospone cualquier negociación sobre este tema a la conversación que habrán de mantener este mes el presidente del Gobierno y el presidente de Alianza Popular.

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El origen de esta polémica nació el pasado 19 de junio cuando un telediario emitió un informe sobre el pasado de Manuel Fraga al frente del Ministerio de Gobernación. Fraga consideró que actos como aquel rompían el pacto constitucional acordado por todos los grupos políticos en 1978.El diputado popular Juan Ramón Calero pidió, en un debate cargado de gruesos adjetivos descalificadores para la gestión de Calviño, el cese del director del Ente por entender que incumple el Estatuto de Radiotelevisión. La moción del Grupo Popular, que contó con apoyos parciales de Minoría Catalana y el Grupo Centrista, fue rechazada por el Grupo Socialista, mientras que el Grupo Vasco y el Mixto se abstuvieron.

Los socialistas estaban dispuestos a ofrecer en el curso de esta moción la posibilidad de crear una comisión parlamentaria que iniciara el estudio de la modificación del Estatuto de Radiotelevisión en el sentido de establecer la elección del director general del Ente por el Parlamento, sin descartar la supresión del Consejo de Administración de Radiotelevisión.

El portavoz del Grupo Popular, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, rechazó este ofrecimiento por entender que cualquier oferta socialista en este sentido debe realizarla el presidente del Gobierno a Manuel Fraga en la reunión que habrán de mantener este mes.

Así las cosas Juan Ramón Calero siguió adelante con su moción calificando a TVE de "instrumento manipulador de la opinión pública en la que se ensalza al Gobierno y se oculta celosamente lo que puede perjudicarle". Sus palabras provocaron ruidosas muestras de desaprobación provinientes de los bancos socialistas. Aunque sus más punzantes críticas se dirigieron hacia los informativos, no hurtó Calero a la Cámara su opinión sobre el resto de la programación de RTVE. "Hay alarde de procacidad y se aprecia una permanente pérdida de buenas maneras que ha logrado el mayor hastío, y los mayores bostezos que nunca ha tenido la sociedad española".

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El texto de la moción defendida por Calero pedía literalmente el cese de José María Calviño, del director de los servicios informativos, Enrique Sopena -este punto no fue aceptado por ningún grupo- y la sustitución de ambos por personas sometidas al consenso de las fuerzas políticas.

La réplica a Calero la ofreció el diputado socialista Pedro Bofill que basó su intervención, y su negativa a aceptar estos extremos, por razones estrictamente jurídicas de legalidad. En primer término, argumentó Bofill, el Gobierno no tiene facultades para cesar a Sopena y sólo estaría obligado a destituir a Calviño si éste incumpliera el artículo 12 del Estatuto de Radiotelevisión, es decir, que no respetara rigurosamente el pluralismo democrático que debe observar la programación del Ente. A juicio de los socialistas, José María Calviño no incumple estos principios.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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