La resaca de la Diada

No he salido de mi asombro tras oír a Antoni Comas, portavoz de Convergència en el Ayuntamiento de Barcelona, comentar los incidentes de la Diada. Comas dentro de su partido debe jugar el papel de malo de la película, por lo que a veces lanza despropósitos y acusáciones sonoras. Hay que decir que los incidentes de la Diada eran previsibles y que sería bueno no magnificarlos, puesto que provienen de unas minorías irrelevantes, aunque vayan arropadas tácitamente por gente moderada y de seny; pero Comas acusa: la pasividad de la policía es la causante de que no se evitaran los incidentes. Yo pregunto: ¿si la policía hubiese actuado, qué diría? Porque supongo que no olvida que hay un contencioso pendiente por la actuación de la policía en el día de Sant Jordi. Entonces la policía actuó. Pero para los dos casos hay un culpable nato, según Comas: el señor Cardenal, gobernador de Barcelona.Tanto Comas como otros convergentes critican con frecuencia (y en esto tienen razón) la mala costumbre de quienes descalifican a los demás. Pero, por favor, que sean entonces conscientes de que ellos mismos propician permanentemente un clima de descalificación del adversario, considerándose como poseedores del monopolio de conceder, según su benevolencia, patentes de catalanidad.-