Dos sistemas y un objetivo
La prueba que ayer realizó el Pentágono para asesinar un satélite tuvo un precedente soviético hace cuatro años y medio. La, Unión Soviética realizó con éxito su primera prueba antisatélite el 14 de marzo de 1981. Un satélite de la serie Cosmos, el 1.258, colocado por un cohete lanzador en la órbita de otros Cosmos, estalló en sus inmediaciones y lo destruyó.El sistema soviético, en el que vienen trabajando científicos y militares de la URSS desde hace más de 10 años, se basa en el principio del encuentro espacial. El satélite asesino se coloca en una órbita próxima a la de su objetivo, después es teleguiado para aproximarse hacia él y finalmente lo ataca, sea lanzándole bolas metálicas sea estallando a su vera.
Este sistema presenta el inconveniente de ser lento y pesado. Para cada intercepción se ha de emplear un cohete lanzador SS-9, de 45 metros de longitud. Además, no puede alcanzar satélites que orbiten más allá de los 1.000 kilómetros de altura, mientras que el sistema de EE UU llega hasta los 2.000. En el caso norteamericano, un caza F-15 dispara un cohete de 4,5 metros de largo, portador de un vehículo miniaturizado de puntería. En un determinado momento, éste se desprende del cohete y se dirige hacia el objetivo mediante un sistema de guiado ultrasensible al calor. El vehículo, de 16 kilos de peso, se precipita contra el satélite a 17.000 kilómetros por hora y lo destruye por impacto.
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