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La Diada

( ... ) De los homenajes a la estatua de Rafael Casanova en los años anteriores a la guerra civil a las grandes manifestaciones de los años setenta y la posterior proclamación de este día como fiesta cívica se ha producido una evolución lógica. La fiesta tradicional antes de la guerra era una memoria y una esperanza; las grandes manifestaciones de los setenta significaron una voluntad de integración como pueblo de todos los que viven y trabajan en Cataluña; la realidad actual muestra a su vez varias vertientes. Una, la de una fiesta inscrita en el calendario oficial que se encarna en las costumbres familiares y populares, como ocurre en todo el mundo con las fiestas cívicas, cuando la gente sale al campo y toma un día de esparcimiento. Otra, la del pronunciamiento de los partidos políticos y la ocasión para definirse, ponerse o no ponerse de acuerdo y proponer a sus militantes formas de presencia pública. No hay que escandalizarse demasiado de la falta de unidad de los partidos. En la medida en que existe una política, con Gobierno y oposiciones, se comprende que cada cual considere el beneficio o perjuicio que puede traerle una u otra actitud. Lo importante es que el resultado final sea de memoria común y esperanza general de una Cataluña en paz consigo misma, de una convivencia y una solidaridad afirmadas entre sus gentes, sean cuales sean sus ideologías y sus intereses, y una consideración realista -derivada de la misma fecha que recordamos- de la conexión entre la política general española y las venturas y desventuras de Cataluña.Esa vieja realidad adopta desde la Constitución de 1978 una nueva forma con el Estado de las autonomías y los estatutos que las rigen. En este momento el gran problema pendiente sobre nuestro futuro es el de la financiación. Todos somos contribuyentes, y como tales estamos interesados en el déficit público y la carga fiscal; todos somos ciudadanos y vecinos, deseosos de recibir los servicios de nuestro Gobierno autónomo y nuestro Ayuntamiento. Todos hemos contribuido a elegir a los que en una u otra instancia nos gobiernan. Los problemas están para ser resueltos y a nuestros representantes corresponde hacerlo. Ésta es nuestra preocupación en este día. El Onze de Setembre es además una fiesta, es decir, un día de afirmación y de esperanza, a través de las circunstancias cambiantes y los años sucesivos, ver una Cataluña rica y plena. ( ... )

12 de septiembre

Las diferentes convocatorias formuladas por los organizadores de actos públicos con motivo de la Diada Nacional de Catalunya tuvieron una respuesta tímida en el aspecto cuantitativo y sosegada en la conducta de los participantes. Apenas unos pocos incidentes, buscados con ahínco por quienes sólo consiguen protagonismo en la calle, salpicaron lo que fue una jornada festiva para Catalunya.La mayor presencia ciudadana la registraron los actos nacionalistas convocados en Manresa por Covergència Democrática de Catalunya. El carisma de los oradores que presidieron la jornada convergente en la capital del Bages y el carácter reivindicativo de la concentración consiguió reunir un apreciable número de personas.

Es evidente que el tema de la financiación autonómica, con el recorte anunciado por el Gobierno de Madrid, puso en bandeja a CDC un argumento suficiente como para sensibilizar a sus simpatizantes. El mensaje del propio president, Pujol, ausente de los actos de Manresa para honrar la memoria de Rafael Casanova en Moià, insistía sobre un tema que, ayer, en Manresa, desarrolló puntualmente Miquel Roca i Junyent al referirse a los obstáculos institucionales, políticos y económicos como las mayores piedras que el Gobierno de Madrid ha colocado en el buen camino de la autonomía catalana.

Que éste era el argumento con mayor poder de convocatoria lo pone de relieve el hecho de que el líder del principal partido de la oposición catalana, Raimon Obiols, no tuvo inconveniente en utilizarlo, cuando se refirió en el acto socialista organizado en Sant Boi a los errores que está cometiendo el Gobierno de Madrid al abordar el hecho catalán que, según el orador, podrían dar origen a una espiral de crispación.(...)

12 de septiembre

En una rápida valoración de la celebración de la Diada Nacional de Catalunya en Barcelona se puede llegar a la siguiente conclusión: el radicalismo sube y la moderación baja.( ... )Radicalización en el acto independentista de la mañana, y no por los gritos ya acostumbrados, ni por la presencia ya habitual y por las palabras de algún significado activista vasco, sino por los silbidos a Jordi Pujol, al Estatut y a la actual Generalitat, que han podido escucharse por primera vez, con el acompañamiento de la quema de banderas españolas y la estridencia de algunos eslóganes.

( ... ) La conmemoración de 1985 en Barcelona ha estado más cercana a la rauxa que al seny.

12 de septiembre

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