El Gobierno reforma el impuesto de la renta con el propósito de conseguir una mayor progresividad

El ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, presentó ayer las líneas generales del anteproyecto de ley de reforma del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), aprobado en el Consejo de Ministros del pasado miércoles. El texto definitivo será aprobado por el Gabinete en su reunión del día 18, e inmediatamente enviado a las Cortes Generales junto a los Presupuestos Generales del Estado de 1986, sobre los que tendrá especial influencia en el capítulo de ingresos. Solchaga ha convocado para el lunes y martes que viene a la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y a la Unión General de Trabajadores para explicarles la reforma impositiva y los aspectos fundamentales de los Presupuestos de 1986.En la conferencia de prensa, el ministro justificó la reforma en tres caracteristicas del impuesto, que funciona desde que en 1977 fue elaborado por el entonces titular de Hacienda, Francisco Fernández Ordóñez. Estas características son un exceso de gravamen en las rentas del factor trabajó (que recaudan el 83% por total), un exceso de gravamen de las rentas más pequeñas, y, sin embargo, una carga fiscal sobre las rentas más altas, "escandalosa por baja", según las palabras del ministro, que acudió acompañado de Martín Seco, secretario general de Hacienda y de Luis Sempere, jefe del Gabinete. Sorprendió la ausencia de José Borrell, secretario de Estado de Hacienda, y encargado directo de la reforma.

Las mil y una vueltas

Solchaga, que ha cerrado un reforma que dio mil y una vueltas y contravueltas en los últimos meses en que Miguel Boyer estuvo al frente del Departamento, explicó que hasta ahora, en cada uno de los posibles rendimientos incluidos en el impuesto, se establecía la base imponible como la diferencia entre los ingresos brutos y los gastos necesarios para obtener estos ingresos, dándose una continua polémica entre Hacienda y los contribuyentes sobre cúales eran estos gastos necesarios. La reforma cierra la polémica. También se entendía la base imponible total como la suma de las bases imponibles de los distintos rendimientos (trabajo, inmobiliarios, plusvalías netas, etcétera), dándose la paradoja de un resultado final en el que rentas muy elevadas producían cuotas líquidas o devoluciones millonarias. "Esta situación era insostenible", .declaró el ministro. Por último destacó un "exceso de progresividad" en familias con más de un perceptor de rentas.

La reforma del impuesto consiste en modificaciones en su tarifa (ajustándola a la reducción de la tabla de retenciones efectuada el pasado mes de abril); cambios en el tratamiento de la unidad familiar (matrimonios en los que trabajan y tienen rendimientos, los dos cónyuges); variaciones en los gastos deducibles necesarios para generar las rentas del trabajo dependiente, del capital inmobiliario, del capital mobiliario, plusvalías y minusvalías; y supresión del régimen de transparencia fiscal voluntaria.

Los cambios

Las dos primeras medidas, es decir, el cambio en la tarifa y en el tratamiento de matrimonios con dos perceptores de renta, entrarán en vigor en este año. Esto es, las variaciones se tendrán en cuenta a la hora de la próxima declaración de la renta.

Respecto al resto de las medidas, el Gobierno todavía no ha adoptado una decisión sobre su vigencia.

La reforma anunciada del IRPF -el gravamen de más incidencia recaudatoria mientras no entre en vigor el Impuesto sobre el Valor Añadido- no culmina los cambios que quiere introducir en el sistema fiscal español, el Ministerio dé Hacienda. Además de aprobar el reglamento del IVA -"que se hará en los próximos días o en las próximas semanas"- el Gobierno está preparando un real decreto por el cual se modificará la Estimación Objetiva Singular, intentando fijarse en variables más controlables que las actuales (como, por ejemplo, la imputación de ingresos, que es una variable, según el ministro "claramente disimulable"). La modificación tendrá como consecuencia inmediata una afloración de bases imponibles y la actualización de las existentes. Paralelamente se continúan las mejoras del régimen de gestión e inspección tributaria.

Preguntado el ministro sobre si la reforma del IRPF había estimulado diferencias en el Consejo de Ministros, ya que en él se sienta como ministro de Asuntos Exteriores, Fernández Ordóñez, padre del impuesto vigente, respondió que "no ha habido diferencias en las tres reuniones de Consejo de Ministros en la que se ha tratado la reforma. Además, el impuesto de 1977 lo hizo Ordóñez con los criterios que aportó Enrique Fuentes Quintana, entonces vicepresidente de Gobierno y con el consenso de las Cortes y el .beneplácito del principal partido de la oposición, el PSOE. Es decir, que de alguna forma, todos fuimos coautores del gravamen que ahora rectificamos".