De 75.000 pesetas a cuatro 'kilos'
Sorprende la profesionalidad de Miquel Barceló. "Mira, yo vengo aquí a esto, hablo con los periodistas porque hay que hacerlo, para la promoción y, esas cosas, y me lo planteo con seriedad. No podría estar todo el día drogado o borracho". Barceló, de mirada intensa y huidiza, se somete a las sesiones de los fotógrafos con paciencia: entre dos obras, en el suelo, sentado. Mientras, los cuadros van ocupando su lugar.En 1981, una exposición de Miquel Barceló pasó por Almagro sin pena ni gloria. Cuatro años después, se presenta en el Palacio de Velázquez de Madrid con cuadros millonarios en una gran, muestra individual de 60 obras recientes, organizada, por cierto, por Jean Louis Froment, director del Centro de Artes Plásticas Contemporáneas de Burdeos, uno de los principales museos de Europa en pintura moderna. "Mis cuadros han pasado de las 75.000 pesetas de entonces a unos cuatro kilos ahora", declara con naturalidad.
El éxito, sin embargo, no parece interesar al artista mallorquín. "yo sólo, era consciente de que estaba haciendo algo nuevo, a nivel internacional, y todo esto no me ha sorprendido, simplemente lo utilizo para viajar donde quiero y para trabajar donde y como quiero".
Hay libros en los cuadros de Barceló. "Al pintar un libro hago un homenaje al autor. Me interesa mucho la inmovilidad, la figura fija y he pintado en varias ocasiones mi propia biblioteca. Me siento muy cercano a Pessoa, con todo eso de los heterónimos. En mi caso, yo estaba fascinado por las vanguardias que se sucedían de una forma vertiginosa. Era muy mimético entonces, lo copiaba todo y en un año de trabajo atravesaba 50 de historia de la pintura. Tal vez ahora no se ve claramente, sólo en. una cierta tensión que preside mis cuadros. Sigo un ritmo de trabajo muy intenso y cambio constantemente de sitio". Después del verano, Barceló se traslada a Amsterdam, Nueva York y París. "Me interesan estos sitios porque en estos lugares son muy eficaces. Encuentro los materiales precisos y la profesionalidad es mayor".
¿Siente vértigo? "No. Sólo me fijo en lo que estoy haciendo. Siempre trabajo de una forma muy individualista y me replanteo constantemente".
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.