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Londres se mantiene al margen de las sanciones de la CEE contra Suráfrica

El Reino Unido rompió ayer por vez primera la baraja de la unanimidad comunitaria, y optó por mantenerse al margen de las "medidas restrictivas" adoptadas contra el régimen segregacionista de Suráfrica por los restantes 11 miembros de la Comunidad Económica Europea, incluidos España y Portugal (cuyo ingreso formal está previsto para el próximo 1 de enero). La decisión de retirar a los agregados militares de los países de la CEE fue el detonante de la rebeldía del Reino Unido, ya que, entre otras cosas, Pretoria es el escenario en el que se centraliza la actividad del espionaje británico en el cono sur africano.

Los 11 países restantes suspenderán toda venta de material militar, productos petrolíferos o tecnología nuclear al Gobierno de Pieter W. Botha. Asimismo se pondrá fin a todo envío de material destinado a la policía y al Ejército. Los países comunitarios, con la citada excepción británica, exigen la abolición total del sistema de apartheid por el que se rige la vida comunitaria en Suráfrica.España, por boca de su. representante en la reunión, el secretario de Estado Manuel Marín, calificó la postura británica como "una pena". El distanciamiento del Gobierno de Margaret Thatcher coincide, precisamente, con las pretensiones comunitarias de afianzar la cooperación en el terreno político.

Mientras los representantes de los doce se reunían en Luxemburgo, blancos y negros mostraban, con una rara unanimidad, su rechazo de las limitadas sanciones decretadas la víspera por el presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, contra el Gobierno de Pretoria. Las autoridades las califican como "el desaire de un amigo", aunque reconocen que son suaves. 'Tero no hay duda de que suponen un giro de 180º en la política de diplomacia constructiva seguida hasta ahora por la Administración Reagan hacia Suráfrica", manifestó a nuestro enviado especial, Carlos Mendo, un analista político de Johanesburgo. La comunidad negra, por su parte, estima que no sólo son insuficientes, sino que tienen como único y doble objetivo salvar la cara y ganar tiempo. El obispo anglicano de Johanesburgo y premio Nobel de la Paz, Desmond Tutu, se preguntó si la reacción de Reagan hubiera sido la misma si los cientos de víctimas de la violencia racial hubieran sido blancos en lugar de negros. Página 3

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