La CEE, con la excepción de Londres, adopta suaves restricciones contra el régimen racista de Pretoria

La Comunidad Económica Europea (CEE) -de geometría variable nació ayer entre Luxemburgo y Pretoria, la capital de Suráfrica. Salvo el Reino Unido, todos los países de la CEE, más España y Portugal, retirarán los agregados militares que mantienen en Pretoria y adoptarán otras medidas de castigo, según la decisión a la que llegaron ayer en Luxemburgo los ministros de Exteriores de los doce. La CEE adoptará una serie de "medidas restrictivas" y otras "positivas" para presionar por la supresión del régimen de apartheid en Suráfrica.

Las medidas restrictívas adoptadas en común -con el hecho histórico de que por primera vez un país mantiene una reserva son mínimas y, de hecho, muchos países de la CEE ya las venían aplicando. Otros, como Francia, Dinamarca (en concierto con los países nórdicos), Grecia y Holanda piensan ir más lejos. La CEE como tal -que envió hace escasas jornadas a Pretoria una comisión en la que se encontraban los ministros de Exteriores de Holanda, Italia y Luxemburgo- podría tener más fuerza: de ella sale un 60%. de las inversiones extranjeras en Suráfrica y representa un 45% del comercio exterior del país del apartheid.

En el terreno militar, los once -pues Londres no se ha sumado a estas medidas restrictivas- decretan la suspensión de las exportaciones hacia, y las importaciones de Suráfrica de material militar y paramilitar; la supresión de la cooperación con Pretoria, y la retirada de los agregados militares. Este último punto fue el que suscitó las reticencias del Reino Unido.

Algunos medios hicieron una doble interpretación de esta decisión británica: por los deseos de Londres de no enfrentarse directamente a Pretoria y por el hecho de que el agregado militar británico en Pretoria es la cabeza de los servicios de inteligencia en la zona del Reino Unido.

En el terreno económico se suspenden las exportaciones (prácticamente inexistentes) de productos petrolíferos hacia Suráfrica, las exportaciones de material sensible destinado al Ejército o a la policía y se prohíbe todo nuevo contrato en el sector nuclear. En el campo político se desalentarán, sin llegar a prohibirlos, los contactos eurosurafricanos entre instituciones públicas y privadas en las áreas cultural, científica, deportiva y de la seguridad, si no se garantiza la presencia de negros y mestizos. Por el momento no hay suspensión de las inversiones europeas y se estudiará la anulación de la cotización en bolsa del rand y los valores de firmas surafricanas.

"Se podía haber ido más lejos", declaró el secretaric, de Estado español para las Coinunidades Europeas, Manuel Marín, quien representó a España en esta reunión ministerial de cooperación política, en la que España y Portugal han participado plenamente. "Nos ha convencido Genscher", el titular de Exteriores de la República Federal de Alemania, añadió Marín "de que ésta es una buena base de partida hasta ver la respuesta del Gobierno de Pretoria. No queremos quemar todos los cartuchos en una primera salva". Para Marín, no obstante, la actitud británica "es una pena".

La CEE al completo, pues en éste otro aspecto sí hubo presencia británica, con España y Portugal, adoptó también medidas positivas que incluyen: el reforzar y dar la máxima publicidad al código de conducta, que obliga a las empresas europeas en Suráfrica a otorgar una igualdad de trato a todas las razas; el establecer un programa de ayuda a las víctimas del apartheid y a las organizaciones antiapartheid no violentas; el determinar un plan de becas para estudiar en Europa destinado a la comunidad negra, con la que se intensificarán los contactos culturales y científicos; el crear una conciencia sobre la situación en los ciudadanos que, con pasaporte de los países comunitarios, viven allí, y el definir un programa de apoyo a los países de la línea de frente (Angola, Botsuana, Mozambique, Tanzania, Zambia y Zimbabue) y de la Comunidad de Cooperación para el Desarrollo del África Austral.

Largas horas de discusiones

Las discusiones de los doce duraron largas horas, enfrentándose intereses. políticos y económicos en un momento en que la CEE ha empezado a estudiar la formalización de una política común exterior y de seguridad. La diferenciación en la integración europea ha empezado ya y posiblemente se confirmará en todo género de terrenos.

Los doce han pedido la abolición completa de la segregación racial y han solicitado de nuevo la liberación inmediata e incondicional del dirigente negro Nelson Mandela y de otros políticos surafricanos, por estimar que de otro modo se alienta un baño de sangre.

España se ha sumado así, por primera vez, plenamente a la cooperación política en la CEE. Para España, las decisiones adoptadas tendrán ciertas consecuencias, explicó Marín. Se retirará el agregado militar en Suráfrica y se tendrá que empezar a aplicar el código de conducta a las empresas españolas en Suráfrica, para lo que tendrá que aportar fondos. Otros recursos habrán de destinarse a becas de estudios en España. Marín anunció, además, que España va a exigir visados a los surafricanos que se desplacen a la Península.