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Una mediación imprescindible

( ... ) Con la expulsión de los diplomáticos libios de Túnez se ha desencadenado una fase de medidas y contramedidas de represalia que puede desembocar en un acto irrepajable, cosa que ningún magrebí sincero sabría aceptar.Túnez afirma que Trípoli acumula tropas en la frontera y que adoptará todas las medidas necesarias para frenar una eventual agresión ... Vemos que Francia se preocupa del problema, mientras que los dirigentes argelinos y tunecinos se ponen de acuerdo, y cabe pensar que Washington sigue los acontecimientos con la máxima atención. Argelia y Túnez están unidas por un tratado de amistad y concordia que no incluye cláusulas militares, por lo menos oficialmente. No obstante, a Argelia le gustaría consolidarse conio protector o hermano mayor, por lo menos, de Túnez.

Libia aparece ante Estados Unidos como un Estado terrorista, y han sido numerosas las provocaciones armadas perpetradas por aviones de la VI Flota en el Golfo de Siria. En esas condiciones puede temerse que alguien coja la ocasión por los pelos para estimular un choque que precipitaría a los dos Estados vecinos en un enfrentamiento fratricida, estéril y terriblemente grave para toda la región. Cuando se dan un conjunto de factores, cuando la polémica y las pasiones llegan a un nivel elevado, cualquier cosa puede llevar a una provocación, y entonces...

Por eso nos parece,que la mediación marroquí es de la máxima importancia. Dirigida por un país que mantiene relaciones constantes y positivas con cada uno de los protagonistas de este desgraciado asunto, su primer objetivo es conseguir que las relaciones entre tunecinos y libios vuelvan a la normalidad.

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Es competencia exclusiva de Túnez y Libia dirimir a fondo sus contenciosos bilaterales, pero Rabat tiene todo el derecho y la capacidad de favorecer este arreglo. El Magreb no debe convertirse en un polvorín a merced de una pequeña mecha, y toda acción encaminada a favorecer el diálogo entre los distintos actores magrebíes resulta positiva en sí misma. Nuestro deseo es que se pueda eliminar cuanto antes todo peligro de enfrentamiento entre esos dos Estados, que son nuestos vecinos y hermanos. Sólo el imperialismo y el hegemonismo se benefician de la tensión, y a ellos debemos preferir la concertación, el realismo, la flexibilidad y la sabiduría.

, 27 y 28 de agosto

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