Testigo de excepción de la tragedia de Paquirri

Francisco Rivera, Paquirri, murió el 26 de septiembre del año pasado a causa de las heridas que le produjo el toro Avispado en la plaza de toros de Pozoblanco (Córdoba). José Cubero, Yiyo, fue entonces testigo de excepción de una muerte que conmocionó a la opinión pública española. Con El Soro, Yiyo completaba la terna, junto a Paquirri, de aquella corrida. Fue precisamente el ahora malogrado Yiyo el que remató a Avispado después de la mortal cogida. Dicen algunos aficionados que aquella negra tarde dejó muy impresionado al joven diestro madrileño.Fue el cuarto toro de la tarde Avispado, negro, de 420 kilos, bien armado, de la ganadería de Sayalero y Bandrés. Paquirri manejaba suavemente el capote a la verónica e intercaló un par de chicuelinas mirando al tendido. Estaba Paquirri cerca del burladero cuando le marcó al toro la salida con el percal, hacia afuera, sin rectificar el terreno. Pero el toro rectificó el suyo Y en el primer derrote le clavó profundo el pitón derecho en el tercio superior de la pierna derecha. Le zarandeó el toro al torero y éste se agarró a las astas intentando librarse de aquél. El tiempo que duró la cogida fue interminable.

Los últimos momentos de Paquirri en la enfermería, su muslo abierto ensangrentado y la serenidad del torero, que aconsejaba al médico tranquilidad y le indicaba las tres trayectorias de la herida, están seguramente todavía en el recuerdo de los españoles, que pudieron ver tan escalofriantes momentos a través de las pantallas de televisión. "Tranquilo", decía Paquirri al médico, "que yo he tenido muchas cogidas y sé de qué va esto".

En un primer momento, el doctor Morán le hizo un torniquete a la pierna herida del torero. Durante media hora le intervinieron los médicos y decidieron trasladarlo en ambulancia a la residencia de la Seguridad Social de Córdoba. Una vez muerto Paquirri se llegó a criticar la actuación de los médicos de Pozoblanco. Algunos observadores opinaron que hubiera sido preferible dejar al torero inmovilizado en la enfermería.

En la ambulancia que le trasladaba desde la plaza hacia Córdoba, Paquirri charlaba todavía con los doctores Ruiz y Funes, pero 20 kilómetros antes de llegar a la capital empezó a sudar copiosamente y dijo: "Me encuentro muy mal". Entonces entró el diestro de Barbate en estado agónico irreversible y sufrió un paro cardiaco. Paquirri murió en el quirófano del Hospital Militar de Córdoba.

Su muerte fue una tragedia que conmovió no sólo al mundo taurino sino al hombre de la calle, sobre todo en Andalucía y, especialmente, en Sevilla. Su funeral en esta capital fue una auténtica manifestación de duelo a causa de la popularidad del torero, acrecentada por su boda en la misma ciudad con la popular tonadillera Isabel Pantoja. Su viuda no ha vuelto a cantar.

La muerte también puso de manifiesto las deficientes condiciones en que se produce la lidia en pueblos españoles, problema que existe desde los mismos principios del toreo. Se llegó a recomendar el uso de quirófanos ambulantes para estos pueblos, hecho manifiestamente imposible en los meses de agosto y septiembre, cuando se celebran decenas de corridas todas las semanas.

Paquirri, el quinto diestro muerto por asta de toro desde la guerra civil, nació en Zahara de los Atunes (Cádiz), el 23 de marzo de 1948, aunque se crió en la cercana localidad de Barbate. En agosto de 1962 se vistió de luces por primera vez en su villa natal y el 17 de julio de 1966 tomó la alternativa en Barcelona.

La frialdad de su toreo, frecuentemente repetitivo y monótono -aunque enmarcado en tina técnica de primer orden- le situaba a distancia de los diestros llamados a pasar a la historia con subrayados de oro. Sin embargo, será un torero de leyenda. La cornada mortal le purificó de cualquier crítica y engrandeció su figura, que había ocupado un puesto de primera línea entre la torería a lo largo de dos décadas. Casi una época del toreo.

Su matrimonio con Carmina Ordóñez, del que nacieron. dos hijos, se anuló de común acuerdo. En abril de 1983 contrajo matrimonio con Isabel Pantoja, con la que tuvo otro hijo.

La tragedia ocurrida a Paquirri se produjo, según se dijo entonces, en parte como consecuencia de las deficientes condiciones en que se hallaba la enfermería de la plaza de toros de Pozoblanco, localidad situada a 80 kilómetros de Córdoba, que carecía entonces de centro sanitario adecuado para atender una situación de tal gravedad.

La necesidad de contar con un centro sanitario adecuado en Pozoblanco estaba siendo señalada por las autoridades de la zona desde 1979, y sólo fue atendida cuando se propujo la muerte de Paquirri.

Las autoridades médicas de Pozoblanco señalaron entonces que la muerte de Paquirri pudo haberse evitado de haber contado con las instalaciones adecuadas, cuya inexistencia se unió a la lejanía de Pozoblanco con respecto a Córdoba, a la que se llega por una carretera muy difícil que tuvo que hacer la ambulancia que trasladó al torero.

Hace escasamente un mes se inauguró la residencia sanitaria de Pozoblanco, que se llama Hospital Comarcal del Valle de los Pedroches. Actualmente funciona sólo para consultas externas, aunque todas sus instalaciones están preparadas para ser utilizadas.