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Gran éxito de Springsteen en su primer concierto neoyorquino

El cantante Bruce Springsteen volvió este fin de semana a casa y recibió una recepción propia de un héroe. Más de 55.000 fans llenaron el domingo por la noche el Giant Stadium de New Jersey, a 20 minutos de Nueva York, para presenciar la vuelta triunfal de Springsteen a su Estado natal, después de su gira mundial de un año. Con una actuación de cuatro horas, Springsteen no decepcionó.

Ya a las cuatro de la tarde, en el gran aparcamiento del Giant Stadium, se estaba celebrando una fiesta americana. Se trataba de un pic-nic sobre el asfalto, con las mantas en el suelo, las latas de cerveza y pequeñas barbacoas para asar hamburguesas. A las ocho salió Bruce Springsteen al escenario, con vaqueros bien gastados, la camiseta, las botas camperas y el pañuelo, a cantar ante un público que incluyó al alcalde de Nueva York, el gobernador de New Jersey y la actriz Raquel Welch. Cuando Springsteen abrió el concierto con Born in the USA, todos se pusieron en pie a cantar con él.

Cuando dieron las doce de la noche, el público seguía en pie gritando ¡Bruuuuuce!, y bailando, mientras el ídolo, que ya ha cumplido los 35 años, continuaba cantando, saltando y corriendo a lo largo del escenario, acercándose al público, incitándole a cantar y bailar con él. Besó a su saxofonista, sacó a una chica a bailar con él, se tiró al suelo fingiendo cansancio sólo para saltar de nuevo e ir a saludar a los espectadores detrás del escenario. Un concierto de Springsteen es un acontecimiento.

Mensajes y detalles

En su serie de seis conciertos en New Jersey, Springsteen cantará ante unas 390.000 personas en una semana y media, lo que supone un nuevo récord de este cantante ya mítico. La atracción de Springsteen, su asombrosa popularidad actual y las reacciones que es capaz de evocar en su público son temas de primera página en la Prensa de Nueva York esta semana. Dicen que la clave de Springsteen no es sólo la extraordinaria calidad de su música, sino también el mensaje de sus canciones. El domingo en el Giant Stadium todos se las sabían de memoria y coreaban con Springsteen sus historias de personajes sin trabajo ni futuro.Ahora las ventanas blanqueadas y las tiendas abandonadas de la calle principal; /parece que no hay nadie; / que ya nadie quiere venir aquí, / van a cerrar la fábrica de textiles al otro lado de la via del tren, / el jefe dice que los trabajos se van, chicos, y nunca volverán a tu pueblo natal.

Pero el mensaje de Springsteen el domingo en su pueblo natal fue mixto. Sus canciones de frustra ción están siempre mezcladas co la esperanza que les da la propia vitalidad de The Boss (El Jefe), como aquí le llaman. "Creo en la fe", cantó Springsteen con sus fans; "no hay ningún pecado en alegrarse de que estés vivo".

La popularidad de Springsteen se debe quizá también a sus detalles. Después de hora y media de concierto hizo parar la música para pedir a sus compatriotas que donaran dinero a una organización que distribuye comida entre los pobres.

Como para confirmar lo que se ha escrito de que el cantante se va convirtiendo en leyenda, Springsteen interpretó una clásica canción del legendario cantante americano de folk Woody Guthrie, con quien Springsteen ha sido compa rado. Después hizo una versión del twist del cantante Chubby Checkers. Queda así instituido como nuevo mito del folk-rock.

Hasta el diario The New York Times, conocido por mantener siem pre el tono de tranquilidad, no pudo resistir la fuerza del cantan te. "Seamos claros", dice el perió dico: "el concierto de Springsteen en New Jersey ha sido un absoluto y asombroso triunfo".

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