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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

La restauración de la mezquita de Córdoba

Con el ruego de su publicación, le envío la presente carta, contestación a otra aparecida en EL PAÍS el día 21 de julio.Todo interés por nuestro patrimonio es siempre poco y de agradecer; sin embargo, la carta que sobre la restauración de la mezquita-catedral de Córdoba firma don Miguel Sobrino, de Madrid, contiene algunos errores fruto del desconocimiento, que, en mi condición de director de las obras, quiero aclarar.

No se están cambiando sillares antiguos por otros nuevos, como afirma. Se están reponiendo aquellos sillares que, absolutamente erosionados, no cumplían la misión resistente que les corresponde, con riesgo para la estabilidad del edificio. Esta operación de reposición se ha repetido múltiples veces a lo largo del tiempo en la mezquita.

La piedra que se está utilizando es la misma caliza original, conocida como piedra franca de Córdoba. Con las únicas salvedades siguientes: uno, se escogen cantera y sillares que no presenten fósiles, origen luego de coqueras y en definitiva de la ruina de la piedra; y dos, al estar recién extraídas de cantera, las piedras presentan un color más claro, que ha de igualarse al de las antiguas con el tiempo.

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No se está tiñendo la piedra de ocre, como dice la carta. Como es sabido, la mezquita estuvo en época islámica absolutamente enfoscada a la cal para proteger las piedras de la erosión. Este enfoscado es necesario en la parte que se está restaurando en la actualidad, además de por lo dicho porque las obras cristianas que en ella se realizaron con posterioridad, al ser de ladrillo exigen el enfoscado que, tapando los diferentes materiales, garantice la continuidad de la fachada. En las zonas altas ya enfoscadas se han hecho algunas pruebas de pintura con una calina ocre semejante a la utilizada tradicionalmente en la mezquita, como puede verse en las partes que aún conservan el enfoscado. Con esta calina, una vez elegido el tono adecuado, van a protegerse los muros hoy en restauración.

No se escandalice, pues, nadie, que los materiales y las técnicas utilizadas son exactamente los originales.- arquitecto.

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