Humor que se va como el humo
El humor de Cheech y Chong parece haberse evaporado definitivamente. Si Como humo se va, su primera película, realizada en 1979, era ya un producto cuyo consumo sólo era aconsejable para fanáticos incondicionales del humor pasota, El destete de los hermanos corsos sólo lo es para contumaces deguistadores de parodias. Claro que, por poner un ejemplo transparente, La venganza de don Mendo es a El destete de los hermanos corsos lo. que James Joyce a Rafael Pérez y Pérez. Vamos, que hay parodias y parodias, y ésta no figura entre las más afortunadas. Ya no se trata de especular sobre el humor y admitir que sus mecanismos no logran idéntica eficacia ante todo el mundo. Todo es más primario. No hay humor cuando hay tres gags y éstos se repiten cien veces. El tedio está reñido con la sorpresa, y la risa o la sonrisa necesitan a menudo de lo inesperado y, sobre todo, precisan que no se quiera vender como insólito lo que es habitual.La manera más rápida y concisa de describir hasta qué punto esta parodia de Dumas es un fiasco quizá consista en decir que el único actor que logra arrancar de la platea algo parecido,a la risa no es ninguno de los protagonistas y cómicos oficiales, sino Roy Dotrice, un malvado con mucha y fácil pluma que explota con talento su condición de masoca refinado.
El destete de los hemanos corsos
Director: Thomas Chong. Intérpretes: Cheech Marin, Thomas Chong, Roy Dotrice, Shelby Fiddis. Guión: T.Chong y C. Marin. Fotografía: Harvey Harrison. Estados Unidos, 1984. Estreno en el cine Madrid-1.
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