El juez Lerga deniega el procesamiento de 11 aristócratas y diplomáticos en el caso de la evasión de capitales

Luis Lerga, juez de delitos monetarios, denegó ayer los procesamientos de 11 aristócratas y diplomáticos presuntamente implicados en el escándalo de la evasión de capitales conocido como caso Palazón. La petición había sido formulada por la acusación particular, ejercida por Agustín Moreno, que representa a Comisiones Obreras. El juez considera que existió delito aunque con la eximente de estado de necesidad, en la actuación de Angela Pérez-Seoane -esposa del financiero secuestrado por ETA Diego Prado y Colón de Carvajal-, que entregó 16 millones a Francisco Javier Palazón como pago de un anticipo que éste le había hecho en Suiza para el abono del rescate de su marido.

El magistrado precisa que de los datos existentes en la causa se desprende que los 16 millones de figuran en el libro de caja de Palazón a 30 de noviembre de 1984 se entregaron como "compensación" de los que en Ginebra fueron adelantados por el diplomático para resolver el secuestro de Diego Prado, que duró desde el 25 de marzo de 1983 al 5 de junio del mismo año. No existen otras pruebas de que las entregas de dinero tuvieran otros fines, y no figuran en los estadillos en los que Palazón registraba los depósitos bancarios en el extranjero de sus clientes.Al denegar el juez los procesamientos, parece que el escándalo de la evasión de capitales quedará limitado, al menos de momento, a siete procesados: Francisco Javier Palazón, principal implicado en los hechos -que podrían suponer evasiones por valor de unos 2.000 millones de pesetas- y que se encuentra en paradero desconocido después de que fuera puesto en libertad bajo fianza de 60 millones de pesetas; el catedrático Eduardo García de Enterría y su esposa, Amparo Lorenzo-Velázquez, implicados por un montante que oscila entre los 278 y los 500 millones de pesetas, y que se encuentran en libertad bajo fianzas de 25 millones cada uno; Miguel Fuster, industrial catalán, fugado tras prestar declaración en la Brigada de Delitos Monetarios; Juan Antonio Gamazo, conde de Gamazo, y María Soledad Figueroa, en libertad sin fianza, y Carlos Varela, contable de Palazón, en libertad bajo fianza de un millón.

Indicios frágiles

Respecto a las otras 10 personas para las que la acusación particular pedía el procesamiento -Elena Varea, Santiago Muguiro, Tessa de Baviera, Antonio Poch, Tristán la Rosa, Raimundo Pérez-Hernández, Joaquín Castillo, Carlos Manzano, José Luis Pardos y José María Aguado- el juez señala que los indicios existentes o no constituyen delito o son muy endebles; en cualquier caso, insuficientes para adoptar una medida tan grave como la de procesar.Elena Varea, condesa, de Teba, de 77 años, entregó a Palazón diversas cantidades que totalizaban 27 millones para invertir en España Palazón entregó a la condesa tres millones en Suiza, al parecer, para hacer frente a gastos médicos.

Santiago Muguiro tenía una cuenta en la Banca Rothschild de Zúrich, bajo el seudónimo Lila, al parecer producto de una herencia al igual que otra cuenta a nombre de su hermana, que figuraba bajo el epígrafe Orquídea.

Tessa de Baviera entregó a Palazón en junio de 1983 ocho millones de pesetas para que los invirtiera En 1984 recibió como beneficio cuatro millones, pero no consta que la entrega se hiciera para invertir en el extranjero. También tuvo abierta una cuenta por una herencia.

Tristán la Rosa, ex directivo de RTVE, abrió una cuenta, durante su residencia en el extranjero, con 160.000 dólares, pero nunca ha entregado dinero a Palazón para situarlo fuera de España. Tristán la Rosa, periodista, trabajó como corresponsal de prensa en el extranjero de 1954 a 1977. En situación similar se encontraban Raimundo Pérez-Hernández y Joaquín Castillo. Carlos Manzano y Antonio Poch residen en el extranjero. José Luis Pardos entregó tres millones a Palazón para comprar un chalé en España, y Aguado, que ha residido fuera de España durante 38 años, recibió de Palazón cerca de siete millones como intereses del dinero que tenía en Suiza.