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Los sindicatos mineros de Suráfrica convocan una huelga para el día 25

La Unión Nacional de Mineros (NUM) anunció ayer la convocatoria de una huelga en todas las minas de carbón y oro de Suráfrica para el próximo día 25, con el fin de exigir un aumento de los sueldos. La medida fue aprobada por unanimidad en un congreso que se prolongó durante toda la noche en la ciudad minera de Welkhom, en las proximidades de Johanesburgo, y en el que participaron 20.000 delegados de los sindicatos mineros. La huelga, que, según fuentes de los convocantes, afectará a 230.000 trabajadores de 29 minas, repercutiría duramente en la ya crítica economía surafricana.

Según afirmó una portavoz del NUM -sindicato formado en su mayoría por mineros negros-, los trabajadores exigen un aumento del 22% de los sueldos. Los propietarios de las minas autorizaron unilateralmente una subida de entre el 14,1% y el 19,6%. La portavoz no dijo cuál será la duración de la huelga, pero los observadores consideran que un paro prolongado supondría un duro golpe para la economía surafricana, que atraviesa la crisis más grave desde la segunda guerra mundial. Las ganancias procedentes de las exportaciones del oro constituyen la fuente de la mitad de las divisas surafricanas, mientras que la falta de carbón puede paralizar la actividad industrial del país, que no posee yacimientos de petróleo y se enfrenta a un embargo por una parte de los vendedores de crudo.El anuncio de la huelga coincide con el aumento de las presiones internacionales para la imposición de sanciones económicas con objeto de que el Gobierno de Pieter Botha ponga fin al régimen de segregación racial.

Según declaró el secretario general del NUM, Cyril Ramaphosa, el sindicato también decidió organizar un boicoteo a los negocios de los blancos relacionados con la minería si el Gobierno no levanta, en un plazo de 72 horas, el estado de emergencia que impuso el pasado 21 de julio en 36 distritos del país para hacer frente a los disturbios raciales, que en los últimos 10 meses han causado más de 500 muertos.

Ramaphosa dijo también que el sindicato acordó adoptar una serie de represalias en caso de que el presidente Pieter Botha decida poner en práctica las advertencias realizadas la semana pasada de expulsar del país a los trabajadores negros extranjeros si se adoptan sanciones internacionales contra Suráfrica (un 40% de los miembros del sindicato son precisamente negros procedentes de paises vecinos).

Aumentan las deteniciones

La celebración de la reunión de sindicatos mineros coincidió con el desarrollo de nuevos incidentes raciales y nuevas acciones de la policía surafricana contra miembros de la oposición.

Ségún informó ayer la policía, una mujer de raza negra, de 39 años, resultó gravemente herida en la ciudad de Reini, cuando un grupo de manifestantes la sacó a la fuerza de su casa y prendió fuego a sus ropas. Un portavoz policial recordó que los consejeros municipales de raza negra, a los que se considera colaboradores del régimen surafricano, y aquellas personas que se cree trabajan como informaciores de la policía suelen ser blanco de este tipo de agresiones. Otros incidentes se produjeron el sábado por la noche en la ciudad negra de Kwazakele, donde se prendió fuego a una casa particular, y en la localidad de Dorrington, en las proximidades de Fort Beaufort, donde una casa y un almacén fueron incendiados.

La policía informó también de la detención de otras 13 personas, por lo que el número de detenidos desde la imposición del estado de emergencia asciende a 1.412 personas, de las que sólo 114 han sido liberadas.

Unas 2.000 personas asistíeron el sábado al fu neral celebrado en la ciudad de Zwide por 11 personas muertas en los disturbios registrados en la provincia de El Cabo occidental. Durante la ceremonia se pronunciaron discursos políticos y los asistentes entonaron canciones a favor de la libertad.

Por otra parte, para hoy está prevista la reanudación del juicio contra 16 dirigentes de la oposición acusados de apoyar la revolución y que, de ser considerados culpables, serán condenados a la pena de muerte. El equipo de la defensa tenía como figura clave a la abogada y dirigente por la lucha por los derechos civiles Victoria Mxenge, muerta a tiros el pasado jueves en Durban.

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