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Más de 130 muertos y al menos 31 supervientes al estrellarse un avión en Dallas

Al menos 130 personas murieron el viernes por la noche al estrellarse un avión Lockeed 1011 de la compañía norteamericana Delta en el aeropuerto de Forth Wort-Dallas que llevaba 161 personas a bordo. Según informó un portavoz de la compañía, tres miembros de la tripulación y 28 pasajeros sobrevivieron al siniestro, ocurrido cuando el avión, procedente de Fort Lauderdale (Florida), había comenzado las maniobras de aproximación a la pista. La tormenta que se producía en el momento del aterrizaje es considerada como la posible causa del accidente.

El aparato que estalló y ardió tras estrellarse en la pista del aeropuerto, quedó prácticamente calcinado excepto la parte posterior donde, al parecer, iban sentados los supervivientes.Se desconoce si el avión se incendió tras haber sido alcanzado por un rayo o si fue desviado de su ruta y empujado hacia abajo por un repentino cambio de vientos que se produjo cuando el aparato se encontraba demasiado próximo al suelo para que el piloto pudiera reaccionar y recuperar el equilibrio del avión.

Este tipo de turbulencias, que pueden alcanzar los 130 kilómetros por hora, fue la causa de que un avión de la también compañía estadounidense Pan Am se estrellara en 1982 en Nueva Orleans causando la muerte de 154 personas.

Según declaró el portavoz de la compañía Delta, las causas del siniestro no podrán ser aclaradas hasta que se haya efectuado el estudio de la caja negra del aparato que ya ha sido recuperada y enviada a Washington con este fin.

El avión, que se estrelló a 400 metros de la pista, siguió volando y chocó al menos otras dos veces con el suelo antes de estallar y arder. El aparato quedó casi totalmente calcinado excepto la parte trasera que quedó intacta y en la que, al parecer, viajaban los supervivientes.

Al caer, el avión chocó con dos coches que circulaban por una autopista próxima al aeropuerto causando la muerte de uno de los conductores que fue decapitado.

Al parecer, el piloto intentó recuperar altura para evitar unas señales indicadoras pero el avión chocó contra un depósito de agua que quedó destruido y, seguidamente, estalló.

"Estábamos a punto de aterrizar y pensé que nos encontrábamos en medio de una turbulencia; luego el avión sufrió varias sacudidas y yo pensé que habíamos tocado tierra", declaró ayer Jay Slusher, uno de los pasajeros supervivientes. "Lo única cosa de la que me acuerdo son las llamas y que me desabroché el cinturón de seguridad, salté fuera del avión y me puse a correr", añadió.

Labores de rescate

Los equipos de rescate continuaron ayer sus tareas para recuperar los cuerpos de las víctimas que quedaron aprisionados entre los restos del avión.

La compañía de aviación Delta pidió ayer a los familiares de las víctimas que faciliten huellas digitales para la identificación de los 119 cadáveres que hasta ayer habían sido recuperados. Uno de los hangares de la compañía en el aeropuerto de Forth Wort-Dallas ya ha sido acondicionado como capilla ardiente.

El aeropuerto de Forth Wort-Dallas es el cuarto más importante de EE UU y está considerado como uno de los más seguros del país. Un DC-10 de la compañía Delta sufrió otro accidente el 25 de mayo de 1979 en el que murieron las 272 personas que viajaban.

La compañía Delta es propietaria de otros 37 aviones 1-1011. Estos aparatos, que la Lockheed fabrica desde hace 14 años, están capacitados para transportar entre 243 y 302 pasajeros, según la versión del modelo. Los especialistas de la industria aeronáutica consideran que el 1- 1011 constituye un éxito desde el punto de vista técnico pero es un aparato no rentable en el plano comercial.

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