Un artificiero de la Guardia Civil, muerto al intentar desactivar un explosivo de gran potencia
El artificiero de la Guardia Civil Fernando Amor Calvo, de 25 años de edad, resultó muerto ayer en Lullando (Álava) como consecuencia de las graves heridas producidas por un artefacto, al intentar desactivarlo. La bomba, insertada en una caja que había sido colocada junto a la puerta del bar El Peñón, contenía doratita. El lendakari Ardanza manifestó ayer con respecto a las muertes del guardia civil y del etarra Otegui: "Espero que llegue un momento en que todo el mundo, salga a la calle a decir ¡basta ya! que nos dejen en paz los violentos, porque lo único que nos hacen es ponemos todavía más dificultades de las que ya tenemos".
Fuentes oficiales descartaban ayer que los móviles del atentado en él que perdió la vida Fernando Amor guardaran relación con la colocación de una bomba trampa destinada a la Guardia Civil. Por el contrario, señalaban la posibilidad de que la colocación del mencionado artefacto fuera, destinada al bar El Peñón.Poco antes de las seis de la mañana de ayer un comunicante anónimo anunció, por medio de una llamada telefónica a la Cruz Roja, la colocación de un arte facto explosivo junto a la puerta del bar El Peñón, en la localidad alavesa de Lullando, situada entre Amurrio y Llodio. Los miembros de la Cruz Roja dieron el correspondiente aviso a la policía autónoma, que, al no disponer todavía de equipos especializados en desactivación de explosivos, advirtió a la Guardia Civil
Operación manual
Un grupo de técnicos artificieros de la Guardia Civil, que se presentó en el lugar indicado, intentó desactivar el artefacto -que contenía cloratita cuyo peso era equivalente a seis kilos de Goma 2, colocada en una caja de galletas- sin -lograr sus objetivos Tras rociar con agua a presión para lograr abrir la caja y realizar varios disparos contra su contenido, Fernando Amor Calvo intentó desactivar manualmente el artefacto, con tan mala fortuna que la cloratita estalló en ese momento.
El artificiero fue trasladado inmediatamente al hospital civil de Cruces, en Bilbao, en donde fue atendido por un equipo de médicos desde primeras horas de la mañana, ya que presentaba fracturas de cráneo y pierna derecha, así como amputación traumática de ambas manos. Falleció a las 12.30 horas debido a las lesiones pulmonares que sufría como consecuencia de la explosión.
Fernando Amor Calvo era natural de El Ferrol, había contraído matrimonio el pasado mes de junio, tenía 25 años y pertenecía a la Guardia Civil desde 1981. La capilla ardiente de la víctima quedó instalada en el cuartel de la Guardia Civil de Vitoria. Los funerales religiosos se celebrarán hoy a mediodía en la capital alavesa.
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