La caída del turismo

Después de leer en este diario una información sobre lo preocupados que están en Tarragona -como en otras localidades- por la caída de la ocupación hotelera, me interesé por lo que pasaba en dicha localidad. Llegué a Tarragona por ferrocarril. En la estación no me fue posible obtener informaciones turísticas y no encontré ningún mapa de la ciudad, por lo que tuve que descubrirla como se descubre una isla inexplorada. Hallé el Fórum, un único quiosco en la Rambla con mapas, el Museo Arqueológico (que estaba cerrado "por falta de personal"), la catedral, el claustro, la casa-museo Castellarnau (un museo que merece más que mi solitaria visita, pero tendrían que dar explicaciones no solamente en catalán e inglés), el paseo arqueológico, y renuncié a la visita del Museo Paleocristiano porque me dijeron que se hallaba igualmente cerrado. Para no renunciar al acueducto romano tomé un taxi, porque no hay autobuses que paren en aquel lugar. Me habría gustado almorzar en algún lugar típico, pero ¿dónde informarme? Quería pasar la tarde en la playa, pero no supe dónde dejar a salvo el billetero, pues eso parece que no lo han previsto...Desconozco en qué se concreta la preocupación que hay en Tarragona y en otras ciudades por la baja de ocupación turística.-