La CEE obligará a los grupos financieros a presentar cada año balances consolidados

La CEE aprobará en fecha próxima dos directivas que afectarán de forma clara a las instituciones financieras internacionales que operan dentro del Mercado Común. Se trata de la obligatoriedad para estos bancos de presentar balances consolidados de los grupos financieros, en lugar de hacerlo cada entidad por separado, y de las normas generales que se pedirán a las empresas de auditoría externa para la fiscalización de las actividades de los bancos.

Las directivas de la Comunidad Económica Europea (CEE) persiguen dar un paso más en el intento de control y supervisión de las autoridades monetarias sobre bancos y cajas de ahorro, iniciado en la segunda mitad de la última década, como consecuencia de las primeras crisis bancarias y ante la imposibilidad de llegar a saber realmente qué pasaba en las filiales y sucursales domiciliadas en terceros países.Los problemas de control y supervisión bancaria, son los que más preocupan en la actualidad en la mayoría de los países miembros de la CEE y a solucionar las deficiencias existentes en este terreno se dedican la mayor parte de los esfuerzos realizados, según reconoció Peter Bull, ex director adjunto de supervisión bancaria del Banco de Inglaterra, en el seminario que sobre la banca en la CEE se celebra en la universidad Internacional Menéndez Pelayo.

La crisis de pagos intemacionales de buena parte de los países en desarrollo, no sólo de América Latina, ha provocado la adopción de medidas extraordinarias en la mayor parte de los países industriales donde se encuentran domiciliados los grandes bancos. Desde un reforzamiento de los recursos propios de las entidades, para hacer frente a eventuales impagos de la deuda externa, hasta el control de la actividad de las casas matrices y de las filiales, para impedir nuevos sustos en los mercados internacionales como ocurno en años anteriores.

Auditorías externas

Las dos directivas de la CEE que se tratan de aprobar, aunque plantean problemas en algunos países que retrasa dicha puesta en práctica, vendrán a cubrir los agujeros por los que algunas entidades han tratado de escaparse al control de los bancos centrales.

La consolidación de balances permitirá un conocimiento completo de los grupos financieros, y el establecimiento de normas comunes para las auditorías extemas hará posible comparaciones internacionales de mayor fiabilidad que las existentes actualmente.

El hasta hace poco tiempo supervisor del Banco de Inglaterra señaló que en los últimos ejercicios las entidades financieras británicas atravesaron por importantes problemas de los que empiezan a salir ahora, gracias a una política de fuerte capitalización que permite hacer frente a los impagos de algunas operaciones exteriores.

La situación de la banca francesa parece menos preocupante en función del control económico ejercido por el Estado, al estar nacionalizados la mayor parte de los bancos, y por el distinto papel que han jugado en la financiacíón internacional. En ambos países, no obstante, existe un claro intervencionísmo por parte de la Administración.