El desarme no puede dejarse en manos de los dos 'grandes', recuerda Francia
"La seguridad y el desarme afectan a todos los Estados europeos. Europa no puede dejar el monopolio de la discusión de su seguridad a los dos grandes, por muy poderosos que estos sean y por muy deseables que resulten sus encuentros", manifestó ayer en la conferencia de Helsinki el ministro francés de Asuntos Exteriores, Roland Dumas. Francia fue uno de los países que intervino durante la jornada, además de EE UU y la URSS, junto a Luxemburgo, Liechtenstein, Austria, Polonia y Checoslovaquia. La sesión fue inaugurada a las once de la mañana por el presidente de Finlandia, Mauno Koivisto, quien animó a los participantes a progresar en el sentido marcado por el Acta.Entre hoy y mañana intervendrán por riguroso turno los ministros de Asuntos Exteriores de 27 Estados que todavía no han hablado. Aunque parece probable, no pudo ser confirmado ayer si esta cumbre ministerial conmemorativa concluirá con una declaración actualizadora de los compromisos asumidos por los países participantes hace 10 años.
Dumas dijo también que "todo programa realista de desarme debe pasar por la reducción y el reequilibrio de las fuerzas convencionales en el conjunto del territorio europeo, sin limitaciones artificiales ni creación de zonas de estatuto especial".
El ministro austriaco de Asuntos Exteriores, Leopold Gratz, reconoció que "el tema de los derechos humanos es uno de los más difíciles que incluye el proceso de la cooperación y seguridad en Europa" e hizo votos para que se siga avanzando en él, a través de reuniones de expertos como la ya celebrada en Ottawa y destacó que las relaciones de buena vecindad son un factor básico para la paz europea.
Detener las carreras
El representante rumano, Stefan Andrei, sostuvo que "el problema fundamental de nuestra época es detener la carrera de armamentos, en primer lugar, la de los armamentos nucleares y el paso al desarme nuclear y al desarme en general, así como la suspensión del despliegue de misiles de alcance intermedio en Europa y de las contramedidas adoptadas por la Unión Soviética".
La intervención del polaco Stephan Olzowski se orientó hacia una selección de temas similar a la del representante soviético, incluso en la cuestión de los recientes ataques a los acuerdos de Yalta, que interesan específicamente a Polonia, en la medida en que algunos dirigentes de la República Federal de Alemania no se manifiestan con claridad ante la reclamaciones de territorio actualmente polaco por parte de ciudadanos germanos originarios de Silesia. Olzowski explicó también amplia mente la reciente campaña emprendida por las autoridades de Varsovia contra la Prensa occidental. "El deseo de desarrollar relaciones normales y amistosas no puede ser reconciliado con la práctica de imponer a la opinión pública falsas imágenes de otros Estados, a base de manipular estereotipos de fabricación propia", dijo.
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