Los anticuerpos monoclonales permitirán realizar más trasplantes de médula ósea
Según Richard Champling, la edad condiciona el éxito de la operación en los enfermos de leucemia
Ser mayor de 40 años o no tener hermanos que puedan donar células que encajen con las del receptor son los principales impedimentos que existen para realizar un trasplante de médula ósea a enfermos de leucemia, según indica Richard E. Champling, director del servicio de leucemia de la unidad de trasplantes de médula ósea de la universidad de California-Los Ángeles. El especialista norteamericano asegura, sin embargo, que los anticuerpos monoclonales permitirán salvar este obstáculo.
Champling, que participó en un simposio sobre trasplantes de médula ósea celebrado recientemente en Madrid, asegura que en los trasplantes de médula ósea se añaden nuevas dificultades a las que son habituales en cualquier tipo de trasplante. Esto se debe a que en este caso está implicado el propio mecanismo inmunológico, porque lo que se trasplantan son linfocitos, es decir, células responsables de la producción de anticuerpos.
La enfermedad injerto contra huésped
La complicación más frecuente es la enfermedad injerto contra huésped, que es lo contrario del rechazo y se produce en la mitad de los trasplantes de médula ósea que se llevan a cabo. Consiste en que las células trasplantadas rechazan los tejidos del receptor, en lugar de ser el sistema inmunológico de éste quien rechace el injerto, que es lo que sucede habitualmente.Para realizar un trasplante de médula ósea es necesario un tratamiento inmunosupresor previo con fármacos y radiación que dura una semana. Después se extrae, por aspiración, cerca de un litro de médula ósea de la cadera del donante, que suele ser un hermano del receptor, y posteriormente se filtra para eliminar cualquier trozo de hueso o grasa. A continuación se inyecta al enfermo como si se tratara de una transfusión sanguínea.
La técnica es sencilla y no se ha registrado ninguna muerte durante su aplicación en los trasplantes realizados hasta ahora en todo el mundo. Los problemas surgen después.
El enfermo tarda unos seis meses en recuperar su sistema inmunológico, y en este lapso de tiempo es extraordinariamente sensible a las infecciones, a las que sucumbe aproximadamente un 30% de los trasplantados. Otro de los riesgos posoperatorios es el del rechazo, que ocurre en una proporción similar a la de cualquier otro tipo de trasplante, afectando a un 5% de los pacientes. Para evitarlo se utiliza la ciclosporina.
"Debido a estos riesgos, nos vemos obligados a reservar el trasplante de médula ósea únicamente para los casos en que no funcionen otros tratamientos", precisa el oncólogo norteamericano. El trasplante de médula ósea se lleva a cabo fundamentalmente en casos de leucemia, anemia aplásica, deficiencia congénita del sistema inmunológico y enfermedades genéticas de tipo celular.
Según indica Champling, en un 20% de casos de enfermos graves de leucemia que sufrieron un trasplante de médula ósea se ha logrado la remisión, mientras que, de no haberse realizado éste, hubieran muerto. Los trasplantes de médula ósea en casos de leucemia son los más frecuentes debido a la alta incidencia de esta enfermedad, pese a que no es donde se logran los mejores resultados. Anemia aplásica y deficiencia inmunológica congénita son las enfermedades en las que el trasplante ha resultado más satisfactorio.
La juventud, clave para el éxito del trasplante
Este tipo de trasplantes requieren dos condiciones básicas para ser efectivos. La principal es que el receptor sea joven, a ser posible menor de veinte años. "En enfermos mayores de cuarenta años apenas se realizan debido a los malos resultados logrados hasta ahora", indica Champling, y añade que esto es debido a que "cada año que pasa se incrementa el riesgo de que aparezca la enfermedad injerto contra huésped después del trasplante".La otra limitación es que "el candidato al trasplante debe tener un hermano cuyas células encajen con las suyas". Este problema puede solucionarse mediante el trasplante autólogo, es decir, realizado con médula ósea del mismo enfermo. "Tiene el inconveniente de que estas células trasplantadas también pueden tener leucemia. Actualmente se investiga con anticuerpos monoclonales y quimioterapia para tratar de eliminar específicamente estas células cancerosas antes de proceder al trasplante".
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