Asesinado en Ankara, de cinco tiros, un diplomático jordano
El primer secretario de la Embajada jordana en Ankara (Turquía), Ziad J. Sati, murió ayer en un atentado perpetrado en Ankara. El diplomático fue alcanzado por cinco disparos, cuando conducía su coche, por un joven que logró huir. Yihad Islámica (Guerra Santa Islámica) y Septiembre Negro reivindicaron, en llamadas telefónicas, el atentado.
El comunicante que reivindicó la acción en nombre de Yihad Islámica, en llamada a una agencia de Prensa extranjera en Ankara, afirmó que Sati fue asesinado por ser "un siervo de las fuerzas del imperialismo", y advirtió que "correrán la misma suerte todos los diplomáticos jordanos que trabajen en Europa para favorecer una solución pacífica con Israel". Otra persona, que se identificó como "el comandante Omar", llamó a la oficina en Bruselas de la BBC y dijo también que la acción era obra de Yihad Islámica. Por su parte, el comunicante que atribuyó el atentado a Septiembre Negro, en llamada a France Presse en Arriman, dijo que el muerto era "responsable de coordinación de los servicios secretos jordanos y turcos".El ministro jordano de Asuntos Exteriores, Taher al Masri, condenó ayer el atentado y declaró que "actos de este tipo no impedirán a Jordanla cumplir con su deber nacional hacia los países árabes y la cuestión palestina".
Los diplomáticos jordanos creen que el atentado se debe a razones políticas relacionadas con el papel desempeñado por su país en el proceso para buscar una solución pacífica al conflicto de Oriente Próximo.
El ministro de Asuntos Exteriores turco, Vahit Halefoglu, declaró que su gobierno hará lo posible "por lograr la detención y condena del autor del ataque contra el representante de un país amigo y hermano".
Sati, de 43 años, es el cuarto diplomátíco jordano muerto en atentado en los últimos 20 meses. La acción más reciente contra un diplomático de este país ocurrió el 4 de diciembre en Bucarest, donde murió a tiros el consejero de la Embajada Azmi al Mufti. El grupo palestino Septiembre Negro se responsabilizó de ese atentado.
En Madrid, el 29 de diciembre de 1983, un empleado de la Embajada jordana resultó muerto y otro herido en una acción de la que se responsabilizaron las Brigadas Revolucionarias Árabes.
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