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Organizaciones de derechos humanos exigen al régimen marroquí la libertad de los presos políticos

La liga de los Derechos del Hombre marroquí y la Asociación Marroquí por los Derechos Humanos solicitan la liberación de todos los detenidos políticos en Marruecos y la reforma del sistema penitenciario marroquí. El presidente de la liga, el abogado Abdelhadi Kabab, del Partido Istiqlal (nacionalista) ha dicho que sus gestiones se realizan en un momento en que se desconoce si viven o no los tres presos políticos que estaban en coma desde el jueves pasado por una huelga de hambre, seguida por seis presos más, iniciada en Marraquech el 24 de junio.

Los familiares de los nueve prisioneros políticos marroquíes, que el jueves por la tarde visitaron a los responsables del Ministerio de Justicia para indagar la disposición a aceptar las reivindicaciones de los prisioneros en huelga de hambre, expresaron a este diario esta misma preocupación por sus familiares prisioneros, ya que el Ministerio de Justicia, según ellos, considera que la huelga de hambre se trata de una presión y no están dispuestos a hacer ninguna concesión.Las huelgas de hambre que se efectúan en las cárceles marroquíes desde el último trimestre del año pasado -las más importantes son la que llevan a cabo desde hace más de un mes los prisioneros políticos de las prisiones de Essauira y Safi y la que iniciaron el pasado 24 de junio los de Marraquech- han dado lugar ya a un vasto movimiento de solidaridad entre presos, que alcanza poca publicidad debido a las propias carencias y dificultades en que trabajan las organizaciones marroquíes de los derechos humanos:

Estos movimientos, que al principio solicitaban solamente una demanda generalizada de mejora de las condiciones de detención para los prisioneros políticos, se han transformado ahora en un movimiento por la liberación total de los prisioneros políticos y por la propia reforma del sistema penitenciario marroquí, así como de la legislación sobre penados.

Dos suicidios

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Dos prisioneros de derecho común de la prisión central de Kenitra se suicidaron el mes pasado por no poder soportar esas condiciones de detención.

El presidente de la Liga de los Derechos del Hombre, que no se muestra muy optimista en cuanto a los resultados de sus gestiones, afirma que su organización pidió audiencia al consejero real Reda Guedira, el pasado 25 de febrero, para tratar entonces sobre la situación de los huelguistas de hambre de Safi y Essauira, pero que no recibió respuesta alguna.

En aquella fecha, y ante la promesa del Ministerio de Justicia de estudiar las reivindicaciones de los prisioneros, pidieron a éstos que depusieran temporalmente la huelga de hambre.

Los prisioneros políticos marroquíes solicitan, según Abdelhadi Kabab, el derecho a recibir libremente visitas de sus familiares, a poder proseguir sus estudios, a disponer de cuidados médicos, a que se les mejore la alimentación, a recibir periódicos y poder seguir la radio o la televisión.

Estas demandas no fueron satisfechas y en junio reanudaron

la huelga. Según fuentes de dichas asociaciones, el presupuesto del Ministerio de Justicia para subvencionar todas las necesidades -alimentación, medicinas, ropa- que necesita un detenido político es de dos dirhams marroquíes (32 pesetas) por día y persona. El Ministerio de Justicia prometió aumentarlo a cinco dirhams (80 pesetas).Asimismo, existen prisiones llamadas agrícolas, en donde, según fuentes de la oposición, los prisioneros políticos trabajan de 14 a 16 horas diarias en trabajos agrícolas, y otras donde realizan diversos trabajos artesanales por los cuales sólo se les paga unos 16 dirhams (unas 180 pesetas) al mes.

En algunas cárceles, como en la prisión civil de Uxda, los prisioneros políticos convocaron una huelga de hambre de 96 horas para protestar por las "flagelaciones colectivas". La mayoría de los establecimientos penitenciarios de Marruecos ha vivido huelgas de hambre parciales a lo largo de este año.

Según Abdelhadi Kabab, la Liga y la Asociación de los Derechos Humanos han presentado al Parlamento marroquí una lista que incluye 350 nombres de prisioneros políticos, por cuya situación se interesan tanto la liga como la asociación. El doctor Kabab precisó no obstante que estos 350 nombres no significan en absoluto la totalidad de la población de prisioneros políticos de Marruecos, sino sólo aquellos que la Liga de los Derechos del Hombre ha podido identificar, o aquellos que han acudido directamente a ella en petición de ayuda.

Decreto ejecutivo

Según otras fuentes de la oposición marroquí, el número de prisioneros políticos civiles en el país sobrepasa actualmente la cifra de 1.500 y corresponde a miembros de casi todas las tendencias y sensibilidades políticas, incluidos los marxistas de Ila al Aman, los integristas o islamistas.

La liga afirma haber solicitado en el Parlamento marroquí la abolición definitiva del dahir (decreto ejecutivo) de 1935, implantado por la Administración colonial francesa para poder perseguir a los nacionalistas marroquíes, que consta de un solo artículo, y que permite el encarcelamiento de cualquier ciudadano no sólo por actos delictivos sino por todos aquellos que sean "susceptibles de alterar el orden público".

Este dahir, que la liga considera automáticamente derogado por la Constitución marroquí vigente, comenzó a ser utilizado de nuevo a partir de los sucesos de Casablanca en 1981, y ha servido de base legal para incriminar a los detenidos por los sucesos y disturbios de enero de 1984. Es lo que permite a las autoridades marroquíes sostener que en Marruecos no existen prisioneros políticos.

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