Nicolás Redondo no votará en el Congreso a favor de las enmiendas socialistas a la reforma de pensiones

Nicolás Redondo, secretario general de UGT y diputado por Vizcaya, no votará a favor de las enmiendas que el PSOE ha incorporado al proyecto de reforma de pensiones en el Pleno del Congreso de los Diputados del próximo martes, según confirmó tras la clausura del comité confederal celebrado este fín de semana en Madrid. Sin embargo, Redondo cree en la posibilidad de reabrir el diálogo con el Gobierno y relanzar la política de concertación. De hecho, el dirigente sindical confirmó que el próximo martes una delegación de UGT se entrevistará con el ministro de Economía, Carlos Solchaga.

El diputado socialista Nicolás Redondo no votará a favor de las enmiendas que su propio grupo ha incorporado al proyecto de ley de reforma de pensiones, en el pleno del Congreso de los Diputados de la próxima semana. El secretario general de UGT no quiso decir -"déjenme que me lo piense de aquí al martes"- si ello se traducirá en un voto negativo o en una abstención. Aunque reconozca que las enmiendas asumidas por el Grupo Socialista suponen una mejora del texto inicial y atenúan los efectos negativos de la reforma, Redondo afirmó que seguía siendo una "mala ley" y, en consecuencia, no la apoyaría.A pesar del tono en el que se han desarrollado los debates en el comité confederal, de la suavización de las críticas y de la sensación extendida entre los dirigentes sindicales presentes de que en este comité se ha abierto un nuevo proceso de diálogo, para Nicolás Redondo todo ello no significa que las diferencias con el Gobierno hayan desaparecido. "Tenemos discrepancias desde 1983. No nos hemos radicalizado ahora. Lo que ocurre es que, a veces, hay diferencias tan fuertes que se producen tensiones muy fuertes, como ha ocurrido en el caso de las pensiones".

Oculto temor

En las matizaciones del secretario general de UGT latía el temor -ya comentado por algunos de los sindicalistas- de que la actitud de la central socialista pudiera interpretarse como una marcha atrás en sus reivindicaciones, y, sobre todo, que pudiera entenderse que la UGT había vendido su moderación a cambio del patrimonio sindical. "Nosotros no hemos pasado del odio africano, al amor apasionado", afirmó Nicolás Redondo. "Estamos donde estábamos. Para nosotros, de las tres cartas que ha enviado el ministro de Trabajo -la del patrimonio sindical, la del despido colectivo y la de la empresa pública- la más importante es aquella en la que se reconoce el compromiso del Gobierno de no modificar la legislación sobre despido colectivo".En cualquier caso, según Redondo, son tres cartas que no han condicionado los debates aunque admita que "pueden haber influido en la actitud personal de algunos de los asistentes". Y como prueba de ello afirmó que la resolución aprobada en el comité confederal estaba redactada en líneas generales varios días antes de que se recibieran los escritos del ministro de Trabajo, que para mí "han sido una agradable sorpresa. Pero, en cualquier caso, lo que no ha habido han sido movimientos pendulares en UGT".

En el mensaje que el secretario general lanzó en su intervención tras la reunión del comité confederal, había dos partes diferenciadas. Por un lado, dejar clara una actitud crítica y reivindicativa de UGT -"no descartamos ninguna medida de presión"-, y por otra, reabrir y profundizar el diálogo con el Gobierno y el PSOE para volver a encontrar el camino de la concertación. "Creemos posible", aseguró Nicolás Redondo, "llevar a la práctica esa oferta de concertación que el PSOE nos ha hecho. Al fin y al cabo", concluyó, "desde 1979 es una política que la UGT ha estado aplicando". El próximo martes la central socialista se entrevistará con Carlos Solchaga, nuevo ministro de Industria.

El secretario general de UGT confirmó la elección de Antón Saracíbar para la secretaría de acción sindical, vacante con la dimisión de José Luis Corcuera.